Mucha investigación, desarrollo e innovación. Siempre con
los pies en la tierra y con la ambición de dar el máximo al cliente. La
historia de la empresa familiar Encaplast, fundada en 1980 en el distrito
médico de Mirandola, une tecnologías avanzadas, maquinarias de vanguardia y
capital humano de excelencia. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista
a Valentina Bianchini, directora general de Encaplast, y a Mario Neri, director
ejecutivo de la empresa.
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
Hay
historias empresariales que saben de futuro, incluso aunque hayan nacido en el
pasado, por ejemplo, en aquellos años ochenta que supusieron un gran empuje a
la digitalización. Hoy, esas empresas son capaces de expresar los valores con
los que fueron fundadas, alimentándolos con los retos futuros. En el fondo, esto
es lo que se respira al entrar a Encaplast, joya emiliana asociada al embalaje
y a su evolución, una empresa creada por la familia Neri hace cuarenta años y
que con el tiempo se ha convertido en una sociedad anónima con una importante
presencia internacional. Desde Emilia-Romaña al mundo entero, ida y vuelta.
Porque todo parte de Mirandola, en la provincia de Módena, en ese distrito de
excelencia biomédica envidiado en el mundo. «Somos
una empresa, pero, sobre todo, una gran familia fundada por nuestros padres y
en la actualidad una empresa internacional. Todo ello se lo debemos al valioso
respaldo de nuestros colaboradores, que no han dejado nunca de compartir y
creer en las ambiciones de la familia Neri». Un fragmento firmado por
Patrizia y Mario Neri que se puede leer en el sitio web. Hoy, Encaplast cuenta
con noventa empleados y sirve a un mercado global asociado al ámbito médico y
farmacéutico. «Lo que nos distingue es la
pertenencia al territorio, que representa el primer polo médico europeo. Las soluciones
de embalaje también han seguido el paso de la evolución de los dispositivos:
deben contener, pero, sobre todo, proteger. En todos estos años ha habido un
desarrollo importante de los materiales utilizados y las características
técnicas y de vida útil del producto contenido»,
cuenta Valentina Bianchini, directora general de Encaplast.
La apuesta por la
investigación. Pero demos un paso atrás. Todo nace de una intuición que se ha
implantado con el tiempo. La idea de esta empresa es de Enzo y Carla Neri, el
matrimonio del que toma nombre la empresa. Encaplast, nacida en 1980, ha vivido
en primera fila la evolución del distrito junto a las grandes figuras que
operan desde siempre en el territorio. Todo gira en torno a los nuevos
productos y materiales y, por extensión, a la evolución de las maquinarias
utilizadas para las producciones. Hoy, los clientes son grandes multinacionales
y empresas virtuosas que operan en el campo de los dispositivos médicos o
productos farmacéuticos. Desde América a Japón, pasando por Europa. También
está la investigación, mucha y distribuida a lo largo del tiempo como una
constante imprescindible. «Durante los últimos años hemos partido desde estudio
de aplicaciones con nuevos materiales enfocados a soluciones más sostenibles,
centrándonos en los últimos 12 meses en nuevas soluciones alternativas a causa
de la dificultad para obtener las materias primas. Una investigación a medida,
como un traje de sastre: Encaplast desarrolla soluciones personalizadas para el
85 % de los productos. Se trata de un servicio donde los requisitos y las
necesidades del cliente nos llevan siempre a un estudio completo de las
características del producto, vida útil y mantenimiento de la esterilidad
durante largos períodos», cuenta Mario Neri, director ejecutivo de la empresa.
Producción a medida. La producción es uno de los
espacios fundamentales. Hoy tiene más departamentos para las diferentes fases
de producción de los productos: desde el departamento de impresión de las
bobinas al de acoplamiento de las películas de plástico y de aluminio, pasando
por el corte y la sala blanca ISO8, con una extensión de 750 metros cuadrados y
en la que tiene lugar la fase final de sellado de los productos. Un juego de
equipo fundamental. De esta manera, también en este caso el capital humano
marca la diferencia. «Ser socios fiables, estructurados y dinámicos es esencial.
Nuestro trabajo es identificar soluciones para nuestros clientes, impulsando a
todo el equipo a una mejora continua. Nuestro personal es heterogéneo, está
compuesto por jóvenes, figuras senior y perfiles técnicos. Todos juntos forman
un equipo en constante crecimiento y en la actualidad cada uno de nuestros
colaboradores tiene la oportunidad de unirse al juego y formar parte de la
evolución empresarial», concluye Bianchini. El futuro está formado por mucha
investigación, que parte de perfiles profesionales competentes y apasionados.
Porque para lanzar nuevos productos y mirar a lo lejos hay que partir
necesariamente de las personas.
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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