En Bolonia, hace más de veinte años, nació una sociedad especializada en análisis y
previsiones para el sector agroalimentario. Hoy, desde Emilia-Romaña se trabaja
hasta en Japón. El equipo incluye economistas, expertos legales, agrónomos,
tecnólogos, estadísticos, científicos de datos e informáticos. Perfiles diversos
que juntos son capaces de ver los problemas desde diferentes ángulos para
responder a preguntas cada vez más complejas. Para FARE INSIEME, Giampaolo
Colletti entrevista a Enrica Gentile, fundadora y directora ejecutiva de Areté
di Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
¿Puede el aleteo
de una mariposa en Brasil provocar un tornado
en Texas? Hace poco más de 50 años, en la primavera
de 1972, el matemático y meteorólogo estadounidense Edward Norton Lorenz
sorprendió al mundo académico con un informe para la American Association for
the Advancement of Science. Un pequeño cambio en las condiciones iniciales
puede generar un impacto significativo. Pero hoy, en un mundo dominado por los
mercados conectados y por la información en tiempo real, ¿qué valor tiene el
conocimiento? Mucho, muchísimo. Por otra parte, el conocimiento (y la
inteligencia, esa área que la estudia metódicamente) es investigación,
recopilación, análisis e intercambio de datos e información. La historia que
vamos a contar tiene un beneficio que parte de todo esto y llega muy lejos. «The Agrifood Intelligence Company». Así
se define Areté, sociedad independiente especializada en los sectores de la
agricultura y de la alimentación. El núcleo es el sector agroalimentario, pero
la combinación ganadora está en el análisis de los datos, en la capacidad de
hacer inteligencia, en ofrecer previsiones y crear escenarios. Se va del
impacto de las políticas a las previsiones sobre la marcha de los mercados y de
los precios de los productos agrícolas y alimenticios.
Historia de una visión. «Areté
significa excelencia. Para conquistar el liderazgo, partiendo de cero y de
absolutos desconocidos, tuvimos que hacer cosas que también eran del todo
nuevas, y hacerlas muy bien. Contamos con un equipo de economistas, agrónomos,
estadísticos, científicos de datos e informáticos que desarrollan productos con
un alto grado de innovación para predecir la evolución del mercado (precios,
demanda, producciones) y del sector», afirma Enrica Gentile, fundadora y
directora ejecutiva de Areté. Todo comienza en 2002 para poner en práctica los
estudios abordados a lo largo de los años. «Partimos del deseo de valorar las
cosas para las que habíamos estudiado y que nos apasionaban, la economía y los
datos aplicados al sector más bonito del mundo, la agricultura y la
alimentación. Pero también y, sobre todo, del deseo de construir un lugar al
que nos gustase ir a trabajar cada mañana. Desde entonces hemos cambiado muchas
cosas, muchas de las ideas que teníamos las hemos descartado, muchas otras han
surgido a lo largo del tiempo, pero esto ha permanecido como un punto fijo.
Queremos que Areté siga siendo el lugar al que tengamos ganas de ir a trabajar
por las mañanas», precisa Gentile. «No solo buscamos competencias en la gente,
sino también, y sobre todo, valores: coraje, pasión, lealtad». Hoy, la
sociedad, cuya sede central se encuentra en Bolonia, cuenta con 22 empleados
para 2,3 millones de volumen de negocio en 2022, con un crecimiento del
28 % con respecto al año anterior. Los clientes son empresas de excelencia
del sector agroalimentario de Italia y el extranjero: Barilla, Granarolo,
Galbusera, Sammontana, Fabbri, Eridania, Lindt, Morato, Colussi, Eurovo,
Montenegro, Kimbo, Valsoia y muchos más. Pero el equipo de analistas trabaja
también para las principales instituciones europeas e internacionales, para las
asociaciones de categoría de Italia y el extranjero y también para los
principales fondos de inversión ligados al sector.
Un capital humano que marca la
diferencia. Controlar la complejidad, simplificándola sin
banalizarla. Un reto titánico que implica una gran competencia (el estudio
ligado al análisis de las tendencias) y también pasión infinita y sangre fría.
Es decir, un conocimiento claro de lo que se lleva a cabo. «El sector en el que nos
movemos se ha convertido en algo mucho más complejo. Los mercados agrícolas son
más dinámicos, menos predecibles, más difíciles de afrontar porque están más
relacionados entre sí y cada vez más expuestos a la volatilidad. En este
panorama, los datos (las herramientas de información y la capacidad de hacer
previsiones y ofrecer una visión del futuro para anticiparlo) son totalmente
cruciales para competir. Los servicios de inteligencia de mercados, las
previsiones sobre los mercados de los productos agrícolas y agroindustriales,
trabajan a escala mundial y son, por tanto, «exportables», motivo por el cual
estamos invirtiendo para crecer también fuera de Italia. En cuanto al análisis
de las políticas de sector estamos entre los tres primeros competidores de
Europa, pero trabajamos también en Canadá, Japón y África. Después de todo,
hasta hace unos años éramos mucho más conocidos en Bruselas que en Italia»,
cuenta Gentile. La agricultura y la alimentación atraviesan una fase de gran
evolución, situándose en el centro del panorama económico. Un sector altamente
dinámico, en el que la revolución arrastrada por la tecnología y los datos se
entrelaza con el empuje hacia la sostenibilidad y con la atención prestada a la
salud y a la seguridad de los alimentos. Un sistema complejo en el que el reto
de Areté es ser capaces de intuir anticipadamente las tendencias y la
evolución, ayudando a las empresas a prepararse para estas y a aprovechar las
oportunidades. «El futuro está hecho de una mezcla de datos y personas, entre
la inteligencia artificial y el conocimiento humano del sector». Gentile está
convencida de ello. «Solo así podremos dar respuestas más puntuales y más
centradas a preguntas cada vez más amplias y más complejas».
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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