Hay una empresa en
la provincia de Ferrara que ha innovado las etiquetas y el seguimiento de los
productos. Todo comenzó con una pequeña máquina impresora flexográfica de dos
colores y un rebobinador, ambos de segunda mano. En la actualidad, Imprima cuenta
con un equipo de cincuenta colaboradores y factura 10 millones de euros. Desde
2006, el reto son los RFID, los sistemas tecnológicos de reconocimiento de
productos. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Leo Ingrosso,
fundador y propietario de Imprima.
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Los objetos hablan
de sí mismos. En el fondo, nos dicen cómo nacen, de qué forma evolucionan, de
qué están compuestos y cuáles son los riesgos potenciales que presentan. De
este relato, es decir, de la identificación y seguimiento, se encarga una
empresa italiana nacida allá por 1979. Esta es la historia de Imprima, que
decidió invertir recursos en investigación y trabajo en equipo. Ya que para
explorar las nuevas fronteras de la identificación del producto ha creado una
red de colaboraciones. Hoy cuenta con tres sedes conectadas entre sí: Vigarano
Mainarda, Ferrara y Milán. «Los mercados cambian rápidamente las dinámicas,
pero es precisamente en los momentos de cambio, como el que estamos viviendo,
cuando se debe encontrar el coraje de estudiar nuevas oportunidades», afirma
Leo Ingrosso, fundador y propietario de Imprima.
La historia de una empresa. Muchas coincidencias en la
vida de este emprendedor lo han llevado a emprender esta aventura. La historia
comienza en Roma, en Pia Società San Paolo, también
conocida como Edizioni Paoline. En aquella época, cuando era
adolescente, Leo Ingrosso se ensuciaba las manos de tinta imprimiendo biblias y
evangelios. Fue allí donde aprendió los conceptos de la impresión y después
cambió a otra empresa que lo contrató como impresor, donde se encargaba de una
área aún desconocida relacionada con la etiqueta autoadhesiva. En 1979, el cierre de la empresa lo obligó a mudarse a
Ferrara, tierra natal de su mujer, Barbara. ¿Qué camino tomaba allí?
¿Buscaba otro puesto de trabajo o abría su propia imprenta? Y así, con
veintiocho años, compró una pequeña máquina impresora flexográfica de dos
colores y un rebobinador, ambos de segunda mano. «Los instalé en el almacén de
mis suegros en Porporana, cerca del río Po, y comencé la producción de
etiquetas, rodeado de cajas de fruta, aperos de agricultura y embutidos
colgados, con una pequeña chimenea para calentarse. El entusiasmo, el coraje,
la dedicación al trabajo y, sobre todo, el apoyo de mi mujer y mis suegros me
permitieron jugar a ser empresario», recuerda Leo Ingrosso. Después llegó el
traslado a Vigarano Mainarda, localidad de la provincia de Ferrara con menos de
ocho mil habitantes, y la contratación de su primera empleada, que se jubiló el
año pasado. Hoy, Imprima es una excelencia del mercado de las etiquetas
duraderas de marca 3M y un interlocutor elegido por las etiquetas inteligentes,
así como por las etiquetas clásicas con tecnología digital, offset, tipográfica
y flexográfica. «Los productores y los compradores desean que los productos
mantengan siempre una calidad excelente durante el transporte, pero las
mercancías sensibles a las variaciones de temperatura se pueden alterar durante
el viaje, pese a parecer que están totalmente íntegras en el momento de la
entrega. Así, la tecnología nos presta ayuda con las etiquetas inteligentes»,
precisa Ingrosso. Hoy, la empresa cuenta con cincuenta empleados y produce
etiquetas autoadhesivas, tarjetas, etiquetadoras. El volumen de negocio es de
alrededor de 10 millones de euros. Desde 2006, está el reto de los RFID, los
sistemas tecnológicos de reconocimiento de productos. «Los conocimientos sobre
radiofrecuencia son aplicables a la identificación de los productos de la
logística y siguen el mercado. Gracias a la protección exclusiva contra la
falsificación y a la tecnología NFC, ponemos a disposición del productor un
nuevo modo de comunicarse con el cliente, garantizando la autenticidad del
producto, información específica que se puede escuchar a través de un
smartphone. Contamos con consultores científicos, colaboraciones con las
universidades, entidades y asociaciones del sector para una búsqueda
profesional del mejor resultado posible. Inversiones de cara a mejorar y a
potenciar nuestra capacidad de producción siguiendo las necesidades de un
mercado que cada vez evoluciona más», precisa Ingrosso.
El trabajo en equipo. Una empresa expresada en
plural, decíamos al inicio. Porque Imprima está al frente de un grupo de
empresas: está el grupo Imprima Sistema que controla Imprima Srl. También están
Stone Line y, en Milán, Etitec. «Hace años que decidimos invertir recursos en
la investigación implicando a otras empresas y profesionales. Al explorar
nuevas fronteras en el ámbito de la identificación y seguimiento del producto
se ha creado una densa red de colaboraciones productivas, han surgido nuevas
ideas y comenzado ambiciosos proyectos. Las tres empresas se complementan entre
sí y representan una única referencia para el cliente con respecto a las soluciones
relacionadas con los productos impresos en el embalaje: etiquetas, estuches,
tarjetas, impresoras, RFID. El sector del embalaje es nuestra referencia y
estamos presentes con nuestras especialidades en todos los mercados. Hoy el
sector tiene necesidades particulares: creaciones gráficas, impresión de
etiquetas personalizadas, etiquetado de productos, asistencia hardware y
software para sistemas de impresión y radiofrecuencia», cuenta Ingrosso. Por el
momento, el futuro de la empresa se diseñará gracias al testigo que tomarán
Federico y Michelangelo, los dos hijos de Leo Ingrosso y de su mujer Barbara.
Diseñar las nuevas páginas del futuro será el reto de la próxima generación.
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