Cerca de Mirandola hay una empresa, creada tres años antes de 2000, que hoy exporta a más de 60 países del mundo componentes y dispositivos médicos generando un volumen de negocios consolidado de 50 millones de euros. Aquí se trabaja cada día para mejorar la salud de las personas: este es su eslogan. Palabras y acción: no por nada HMC ha pasado a ser una corporación benéfica. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Andrea Bisi, quien hoy es administrador único de HMC
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
Esta es la historia de un aprendiz que se recorrió miles de kilómetros dedicando horas y sacrificios al trabajo, formando parte de esa generación que, en los años 70-80, contribuyó a la creación y desarrollo del sector biomédico. Es lo que se oye al otro lado del Atlántico cuando se habla de la generación de personas que ‘se hicieron a sí mismas’. Pues este es Giuseppe Bisi, empresario que se hizo ha sí mismo y desde muy joven estuvo animado por unas ganas incontenibles de ponerse manos a la obra. Giuseppe empezó a trabajar desde muy temprana edad, a los 14 años. Deseaba desarrollar proyectos y tejer relaciones. Y eso es lo que al fin y al cabo ha hecho. Estamos en Concordia sulla Secchia, un municipio emiliano de algo más de ocho mil habitantes situado en la provincia de Módena, a un paso de Mirandola, un distrito conocido a nivel mundial como una excelencia en el sector biomédico. El pueblo tiene una superficie de apenas cuarenta y un kilómetros cuadrados en la zona más al norte de la provincia, distando muy poco de la región de Lombardía. Para Giuseppe, todo empezó aquí, en 1997. En sus comienzos, la empresa era un almacén con pocos recursos y distribuía componentes para el sector de la hemodiálisis sin una fabricación propia de los productos. Pero el negocio empezó a evolucionar con adquisiciones estratégicas, inversiones en personal, equipos tecnológicos de vanguardia. Con los años, la producción se internacionalizó, diversificando los ámbitos de terapia e implementando tecnologías productivas. «Mi padre le sacó provecho a la experiencia que había acumulado trabajando para el distrito, siempre con la ética y el respeto por las personas como aspectos centrales», afirma Andrea Bisi, administrador único de HMC desde 2017.
La empresa hoy y mañana. Desde su debut hasta nuestros días. En la actualidad, HMC goza del reconocimiento en Italia y en el extranjero. Su escalabilidad viene dada por la implementación de la tecnología, pero también por el territorio, que es un acelerador extraordinario. Cuenta con 140 empleadas y empleados directos, a los que se suman una veintena de personas de la sucursal inglesa y unas cuarenta de Dimar, una sociedad adquirida en enero de 2023, además de la planta de producción de Serbia, con 150 personas. Su mercado abarca el mundo entero: es abastecedora de componentes y dispositivos médicos en más de 60 países, por un volumen de negocio consolidado de más de 50 millones de euros. “HMC trabaja cada día para mejorar la salud de las personas”: este es su eslogan. Y lo hace fabricando componentes y dispositivos médicos. «Tres puntos nos caracterizan: nuestra ambición, las ganas constantes de crecer y de afirmarnos como socios de valor en la cadena de suministro del sector sanitario; nuestra flexibilidad, pues nos sentirnos una empresa moderna y joven, atenta a los cambios y abierta a la innovación en los procesos y en los productos; y ser fabricantes. Además de eso, está nuestra fuerte inclinación a realizar nosotros mismos el producto y que este pase por nuestras manos», dice Bisi. Las competencias que ofrece el distrito tienen un valor inmenso. En el fondo, la red de profesionalidad y servicios que es posible encontrar en el territorio es una oportunidad fundamental. «Oportunidad pero también responsabilidad: tenemos que conseguir garantizar la longevidad y alta profesionalidad del distrito. Nosotros nos comprometemos a hacer una aportación positiva y de calidad, empezando por los productos y los servicios que ofrecemos a las empresas del sector médico y a los hospitales, mediante una gestión de empresa sostenible, que preste atención a la comunidad y sea respetuosa con el planeta en el que vivimos. Es por eso que, para nosotros, cuenta por encima de todo la fiabilidad y la seriedad en las relaciones», precisa Bisi.
Personas, tecnología, comunidad. Capital humano y capital tecnológico, decíamos antes. El uno guía al otro, pero en una relación casi simbiótica. «Llevamos invirtiendo en infraestructuras y tecnologías desde el principio con el fin de mejorar la organización interna y la calidad. Una empresa ha de invertir siempre en ambos frentes —las personas y la tecnología— para ser una entidad atractiva y competitiva», dice Andrea Bisi. Tradición y contemporaneidad. «En veinticinco años, hemos sabido evolucionar, pasando de una gobernanza de tipo familiar a una gestión directiva y con la atención siempre puesta en las personas que forman parte de la empresa. Un cambio que ha iniciado con la llegada de la directora de RRHH Enrica Quaglio en septiembre de 2021», afirma Bisi. Para el futuro, la mirada está puesta en el mercado estadounidense y en las nuevas patentes; mientras tanto, en el presente, tenemos la conversión a corporación benéfica, que se ha producido recientemente. Un orgullo para la empresa. «Para nosotros significa comprometernos al máximo. Creemos que los negocios tienen que dar beneficios, pero al mismo tiempo deben dejar una huella positiva en el territorio y un mundo mejor para las futuras generaciones».
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