En
el corazón de Bolonia, hace más de treinta años nacía un centro con
profesionales de todo tipo, hoy compuesto principalmente por mujeres. Su labor
se centraba en el bienestar del individuo y en la salud en el trabajo, un
concepto entonces pionero y visionario, hoy de mayor difusión. Para FARE
INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Eleonora Missere, socia y gestora del
Poliambulatorio Giardini Margherita
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
La palabra es well being y se refiere al bienestar
físico y psicológico. En la actualidad se usa con normalidad, pero no hay que
olvidar lo innovador y visionario que era este concepto en el lejano año dos
mil. Pues bien, hay quien, en Bolonia, le hizo un hueco antes que los demás,
convirtiéndose en empresario a treinta años. La que estamos a punto de contar
es la historia de un idea pionera que hoy ha alcanzado una gran difusión, de un
trabajo de equipo que marca la diferencia, de un centro de prevención y salud
inimaginable hasta hace unos años. Pero vayamos por partes. Esta historia
empieza con Maurilio Missere, fundador y director del Poliambulatorio Giardini
Margherita. Un tipo duro, Maurilio. Un tipo que no se rinde y que va más allá
de las apariencias, vislumbrando oportunidades impensables. Hoy tiene sesenta
años, pero de joven, al quedarse huérfano, tuvo que luchar bastante. Así fue
que, tras haber estudiado medicina y cirugía, Maurilio Missere se especializó
en medicina del trabajo. También en este caso, escogiendo un camino nuevo y
poco trillado, exactamente como hacen los pioneros. Emprendió, pues, su
actividad en ámbito universitario en el hospital Sant’Orsola y en el Rizzoli,
dos centros de salud creados en la ciudad de las Dos Torres; pero su sueño era
otro y en él se unían la aventura empresarial y la prevención, sobre todo en el
entorno laboral. Se dedicó a la medicina del trabajo y la prevención,
ocupándose, entre 1996 y 2001, de la empresa Ferrari, un icono italiano
envidiado en todo el mundo, para luego iniciar su actividad en el sector
privado y fundar la empresa. Todo empezó con un socio y una secretaria. El
objetivo: ofrecer calidad, seguridad y bienestar para las empleadas y empleados
de las empresas. «Nuestro padre de médico se hizo empresario. Se podría decir
que al principio fue un emprendedor, pues fue un precursor de este concepto.
Todavía hoy es una guía inestimable», afirma Eleonora Missere, ahora socia del
Poliambulatorio Giardini Margherita.
La visión de conjunto. Todo empezó con un
pequeño despacho en la calle San Vitale, la que conduce bajo esas Dos Torres
que son un emblema de Bolonia. En la actualidad, en cambio, el Poliambulatorio
Giardini Margherita se halla en la calle Santo Stefano, en el número 103. Y
también este lugar encierra una historia particular, pues se trata de un
exconvento del siglo XVI situado en el casco antiguo de la ciudad. «Ofrecemos a
nuestros pacientes un servicio médico de alta calidad en un único centro,
poniendo a su disposición a los mejores especialistas en prevención,
diagnóstico y tratamiento en las principales especialidades: dermatología,
alergología, cirugía general, cardiología, ecografía, fisiatría, osteopatía,
ginecología, oftalmología, otorrinolaringología, urología y nutrición. Aquí
prestamos un servicio de enfermería 6 días a la semana y actividades de reconocimiento
médico y cuidados de enfermería a domicilio», dice Missere.
Estar ahí es lo que
marca la diferencia, pero estar de manera diferente a como lo hacen muchos
otros centros, pues el Poliambulatorio Giardini Margherita desempeña su labor
en medicina del trabajo, desde siempre al lado de las empresas. «Ofrecemos una
asistencia completa en lo que se refiere a la protección y la seguridad de los
trabajadores y las trabajadoras, de conformidad con lo establecido por las
normas vigentes sobre la materia. Los servicios que proponemos abarcan desde
las actividades relacionadas con la vigilancia sanitaria hasta el asesoramiento
sobre seguridad laboral y las tramitaciones obligatorias para empresas de todo
tipo», dice Missere. Entre sus objetivos, está el de mantener y fomentar el
bienestar físico de los trabajadores de todas las profesiones y prevenir los
daños causados por el trabajo. Una empresa principalmente femenina: el equipo
está compuesto por médicas y médicos especialistas tanto en medicina del trabajo
como en otras especialidades, personal de enfermería, auxiliar y el personal
administrativo propio del centro, llegando a superar las cuarenta personas en
plantilla. La planificación de las actividades, la actuación de los
cronoprogramas y la programación de la vigilancia sanitaria se gestionan
internamente con la ayuda de sistemas informáticos y herramientas
profesionales.
Al
servicio de las empresas.
Medicina del trabajo, decíamos antes. Entre las empresas de las que se ocupa
destaca Ferrari. Su colaboración en el servicio de prevención y protección
junto al equipo directivo de la empresa forma parte del servicio ofrecido en el
marco de “Formula Uomo”, una actividad reservada al personal de la misma. «Todo
esto tiene lugar gracias al sistema integrado de salud y seguridad: la labor
sinérgica del médico en la empresa conduce a un beneficio exponencial y la
resolución de los problemas que se presentan cotidianamente en una organización
tan compleja. Además, el trabajo constante en equipo permite disponer de un
protocolo sanitario dinámico, cumplir con los plazos de la vigilancia sanitaria
y hacerse cargo de los problemas de forma inmediata, con un flujo de
información continuo», concluye Missere. De ahí, pues, el seguimiento de
empleadas y empleados en el lugar de trabajo tanto en Italia como en el
extranjero y su protección cuando están de viaje por el mundo siguiendo la
Fórmula 1 y los eventos de Ferrari. Una vez más, estar ahí marca la diferencia.
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