Siete muchachos se conocen trabajando para una gran multinacional alemana, en la que ocupan cargos de responsabilidad en ventas, producción e investigación. Y de ahí deciden convertirse en empresarios. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Simone Storci, confundador y director ejecutivo de Valvole Italia.
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
¿Estamos seguros? Los interrogantes se amontonan en unas cabezas que no paran de pensar, pero para quienes actúan movidos por la pasión y el coraje, la respuesta afirmativa no tarda en llegar. En el fondo, esta es la historia de una empresa valiente, ambiciosa, contracorriente. Una empresa que se abrió camino ganando terreno en un mercado del que, por entonces, se beneficiaban solo las grandes empresas que lo monopolizaban y que, no obstante, no conseguían cubrir adecuadamente con productos y servicios que estuvieran de veras centrados en el cliente. Esta es la historia de Valvole Italia. Y es una historia en plural. Todo empezó con un grupo de siete jóvenes amigos con trayectorias profesionales diferentes dentro de una gran multinacional alemana. Siete talentos que se convirtieron en socios de negocios. Corría el año 2014 y su vida iba a dejar de ser la que era bien pronto. Tomaron conciencia de ello una noche de 2013 en Chicago. Al regreso de un viaje de tres días visitando a un cliente americano, sobre una servilleta de papel de un bar tomaba forma la que iba a ser la empresa del futuro. «Nos une la pasión por lo que hacemos y el orgullo por lo que hemos construido y seguimos construyendo. La capacidad de trabajar en grupo de manera armoniosa es uno de los motivos por los que decidimos trabajar juntos. Muchos, al principio, nos tomaban por locos. Y es que ¿a quíén se le ocurre crear, durante un periodo de crisis, una empresa manufacturera que iba a encuadrarse en un mercado maduro y de alta intensidad de capital?» Es algo que aún hoy los siete se preguntan. Y la respuesta sigue siendo una vez más afirmativa. Se puede hacer. En 2015 dio comienzo, pues, la producción, después de haber pasado un año diseñando y afinando los productos y configurando la red comercial. En la actualidad, se da vida a válvulas hidráulicas principalmente para el sostén de cargas, en particular válvulas de equilibrado para aplicaciones móviles. «Vivimos en un país que tiene como puntas de lanza, entre otras, la manufactura de excelencia y la exportación. Y pensar en estos términos para nosotros ha sido algo natural. Sabíamos que nuestros competidores eran grandes y aguerridos, pero conocíamos también sus debilidades. Digamos que sabíamos lo que estábamos haciendo, aunque desde fuera no lo pareciera. De hecho la empresa se autofinanció por completo, los bancos y los fondos de capital-riesgo se propusieron más tarde, cuando ya no nos hacía falta», afirma Simone Storci, cofundador y director ejecutivo de Valvole Italia.
Retrato de la empresa. Estamos en el sector de las válvulas hidráulicas, en el que la región de Emilia es un polo de excelencia reconocido a nivel mundial. Pero lo que los siete querían demostrar desde el comienzo de esta aventura es que se podía —¡y se puede! — trabajar y producir de forma distinta. Así surgió Valvole Italia, una pequeña empresa en la que inicialmente trabajaban solo los socios pero dirigida desde el primer momento a clientes de todo el mundo. De ahí la creación de una filial en Ohio, la estipulación de un acuerdo de empresa conjunta con un socio chino para fabricar y vender sus propios productos y las colaboraciones estratégicas, comerciales y tecnológicas con grandes empresas estadounidenses y alemanas. En un sector que, de alguna manera, estaba saturado, la empresa se especializó en un nicho de mercado. En 2022, el volumen de negocio alcanzó los 26 millones de euros. Hoy el equipo está formado por 130 personas. El secreto del éxito: excelencia tecnológica, inversiones constantes en investigación y desarrollo y la posesión de competencias altamente especializadas tanto en el propio producto como en las aplicaciones de los clientes, en un mundo en el que, cada vez con más frecuencia, está ya todo hecho. A día de hoy, Valvole Italia se halla en la lista de las 1000 empresas europeas que más crecen, elaborada por el Financial Times. Y en 2020, Il Sole24Ore la ha incluido en la clasificación de las 450 empresas líderes en crecimiento en Italia. «Nos distinguimos por nuestra especialización. La decisión de concentrarnos en un tipo muy específico de productos a los que los demás dedican solo una pequeña parte de sus esfuerzos en investigación y desarrollo nos ha permitido desarrollar una variedad y amplitud de soluciones de la que ningún otro dispone. Invertimos en I+D entre el 8 % y el 10 % de nuestro volumen de negocio», dice Storci. Entre sus clientes se cuenta el principal fabricante mundial de plataformas elevadoras y lo mejor del sector del movimiento de tierras. La producción está repartida entre dos plantas situadas en Módena. Luego está también la planta de producción estadounidense. «Desde el principio tuvimos claro que la única perspectiva en la que nuestro negocio podía ser sostenible era la internacional. La región de Emilia es uno de los cuatro focos mundiales sobre los que se articula todo lo relacionado con la tecnología de la que nos ocupamos. Y además, la hidráulica es por lo menos tan emiliana como los tortellini».
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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