En Módena, en los años setenta, de una idea de tres amigos ligados al mundo de la fundición, nace una empresa que con los años se convirtió en una referencia en Italia para el procesamiento y comercialización de los metales. Personas y tecnología. Y los clientes en el centro. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Marco Maletti, director de ventas de Commerciale Fond.
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
Cambiar para destacar.
En el fondo, la historia que vamos a contar habla de un sueño que se hace
realidad, pero también de la capacidad de hacer evolucionar la propia empresa
percibiendo el cambio que tiene lugar en los mercados. Un poco como el
rabdomante que desde el principio de los tiempos intentaba encontrar agua o
vetas de metales en el subsuelo utilizando un instrumento de madera,
normalmente bifurcado. No es un ejemplo al azar. Porque esta historia tiene que
ver con el comercio de metales para las industrias.
Retrato de una empresa. Para
Commerciale Fond, todo comienza en Módena en 1974. Sin embargo, al principio la
empresa se dedicaba a la comercialización de máquinas de fundición y barras de
hierro fundido producidas en colada continua. Después, en 1989, comienza a
interesarse en la comercialización de metales no ferrosos: aluminio, bronce,
latón y cobre. De hecho, desplaza su actividad exclusivamente hacia el comercio
de metales. Un modo para evolucionar en nombre de la continuidad. Un modo para
sobresalir en los mercados cada vez más conectados. «En aquella época, la revisión y la comercialización
de máquinas usadas para la fundición era una actividad ligada a una competencia
particular de uno de los socios fundadores. Distinta era la situación con
respecto a la comercialización de barras de hierro fundido producidas en colada
continua, que en aquellos tiempos era un producto absolutamente innovador, ya
que llevaba menos de una década produciéndose y comercializándose en el mercado
italiano y, por consiguiente, estaba por descubrir. Las relaciones con los
talleres mecánicos interesados en este producto pronto nos hicieron entender
que ese era el camino a emprender para satisfacer las necesidades del mercado.
Más adelante, ya a mediados de los años ochenta, motivados por las exigencias
de nuestra clientela, comenzamos gradualmente a completar la gama de
semiprocesados a disposición de la clientela, introduciendo el aluminio
extruido y laminado, seguido del bronce y de todos nuestros materiales actuales y, desde comienzos de los años noventa, lo que se puede
definir como el producto más “ajeno” a nuestra gama de semiprocesados, es
decir, la fundición en acero producida con el método “a cera perdida”, que
permite la creación de piezas extremadamente complejas que no se podrían
obtener con otros métodos de colada». Lo recuerda con orgullo Marco Maletti, director de
ventas de Commerciale Fond. Pero hay más. ¿Recordáis aquel instinto del que
hablamos y escribimos hace poco? Escuchando a la clientela, la empresa comenzó
también la realización de procesamientos previos como el corte a medida de todo
el material comercializado, convirtiéndose en una de las primeras en Italia
como empresa comercial. «Aún
hoy estamos convencidos de que para destacar en el mercado es necesario ofrecer
servicio, calidad y escuchar las necesidades, para garantizar a nuestros
clientes que puedan dedicarse a los procesamientos de su competencia,
optimizando así el rendimiento de su maquinaria», precisa Maletti. Por lo tanto, además de potenciar
continuamente el servicio de corte a medida de barras y planchas, la empresa ha
introducido también los servicios de fresado, perforación y torneado de barras,
sin olvidarse de la selección de proveedores capaces de garantizar la mejor
calidad de producto presente en el mercado. Desde Módena, en 2001 se añade la
primera filial operativa de Cernusco sul Naviglio, en la provincia de Milán.
Después, en 2015, llega la de San Mauro Torinese y en 2017 la filial de
Albignasego, en la provincia de Padua. Hoy, la empresa está compuesta por unas
ochenta personas entre empleados y agentes, con un volumen de negocio
ligeramente inferior a los 40 millones de euros.
Personas y tecnología. Capital humano,
plantas innovadoras, sentido de comunidad y cultura. Esta es la receta del
éxito. «Obviamente, las
empresas están formadas por personas, pero es obvio que estas personas trabajan
disponiendo de los equipamientos más eficientes e innovadores. Además, siendo
comerciantes, es importante la colaboración con nuestros proveedores
acreditados para poder garantizar siempre la mejor calidad de producto
disponible en el mercado»,
dice Maletti. Para este director de ventas con gran experiencia, el momento más
difícil en todos sus años de trabajo fue la emergencia de la COVID-19. «En aquellos largos meses nos
vimos obligados a reducir la actividad para evitar el riesgo de contagio, pero
al mismo tiempo debíamos continuar garantizando el servicio a las empresas que
necesitaban producir bienes de primera necesidad y fue algo realmente complejo», dice Maletti. En 2024,
Commerciale Fond cumplirá cincuenta años. Pero aquí todos se sienten aún
jóvenes y con ganas de crecer. «Acabamos
de afrontar un primer paso generacional y estamos rejuveneciendo el equipo,
juntando a nuestros colaboradores senior con jóvenes que tengan la voluntad de
recibir un trasvase de experiencias para combinarlas con las típicas
competencias de los jóvenes graduados, y así poder mantener a Commercial Find
siempre al día», concluye
Maletti. Una vez más, el éxito de las mejores organizaciones pasa por esa idea
de cambio que se sostiene sobre las piernas, la cabeza y el corazón de todo el
equipo, sin excluir a nadie.
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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