En Pianoro, en el interior de la provincia de Bolonia, nació en la segunda
posguerra una empresa que hoy vende en 50 países de todo el mundo para un
volumen de negocio de 100 millones de euros. Innovadores por definición: aquí
nacieron las lámparas fluorescentes lineales, una tecnología vanguardista en
aquella época que permitía combinar un altísimo rendimiento y una excelente
calidad cromática. Hoy trabajan para disminuir el impacto en el medioambiente,
estudiando e innovando productos de iluminación led con un alto grado de
calidad y rendimiento. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a
Giovanni Bonazzi, director ejecutivo de 3F Filippi
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
«Aquí se hace
luz».
Lo repetía como un mantra Romano Bonazzi, un excelente empresario emiliano
nacido en 1933 y fallecido en 2017. Él fue el artífice de esa joya de empresa
creada en 1952. Esta es la historia di 3F Filippi, una de las primeras empresas
en Italia que creó y comercializó luminarias con lámparas fluorescentes. Hacer
luz de la mejor manera posible. Aquí nació 3F Linda: una luminaria estanca
nacida en 1995 que aún hoy, tras varias mejoras, continua presente en la gama
de productos de 3F Filippi. Una línea que ha vendido más de 25 millones de
unidades. Un icono en la iluminación industrial. Bonazzi tenía una sana
obsesión por el made in Italy y estaba enamorado de su tierra y de las personas
que viven y trabajan aquí. Mucho más que deslocalización:
incluso en los años en los que esta palabra se había extendido ampliamente y,
en cierto modo, era inevitable, para este emprendedor emiliano las raíces
estaban fuertemente ancladas. Aunque bien es cierto que se vendía (y aún se
vende) en todo el mundo: más de 50 países para un volumen de negocio total de
100 millones de euros, gracias a las cuatrocientas personas que trabajan en las
tres plantas de producción de sesenta mil metros cuadrados de Pianoro. Nos
encontramos en el área metropolitana de Bolonia, en una localidad de menos
veinte mil habitantes junto a la verde carretera que discurre hacia el sur
hasta llegar a Monghidoro.
Ideas, personas, tecnologías. La de 3F
Filippi es un historia de familia y empresa. Pero también es una historia de
ideas capaces de marcar la diferencia en el campo de la iluminación
profesional: fue precisamente en los inicios, en la segunda posguerra, cuando
se crearon las primeras luminarias destinadas a la industria. «Siempre
hemos sido una empresa innovadora capaz de llevar al mercado nacional el
conocimiento tecnológico del sector luminotécnico de aquellos años. Las
lámparas fluorescentes lineales de aquella época eran una tecnología de
vanguardia que permitía combinar un alto rendimiento con una excelente calidad
cromática. Una auténtica novedad para la Italia de aquella época. Hoy, al igual
que entonces, nuestros productos se diseñan como soluciones integradas en
respuesta a necesidades de lo más variadas que requieren rendimiento energético
y calidad de la luz», cuenta Giovanni Bonazzi, hijo del fundador y director ejecutivo de 3F Filippi, que lleva treinta
y cinco años en la empresa. Personas, ideas, tecnologías. «Aquí
nacen los sistemas de cableado y montaje automático de producto, dos sistemas
de pintura automatizados, los sistemas para el procesamiento de la chapa
conectados entre sí con corte láser, paneladora automática y punzonadora.
También hay cuatro sistemas de impresión del plástico y dos almacenes
completamente automatizados. En nuestros laboratorios certificados tenemos a
disposición diferentes herramientas de control para efectuar pruebas de
temperatura, compatibilidad electromagnética, estanqueidad a los líquidos y
polvos, pruebas de resistencia al lanzamiento de pelota o a la niebla salina», precisa
Bonazzi. También hay una de las herramientas tecnológicamente más avanzadas: el
goniofotómetro de espejo giratorio. Esta maquinaria de alta tecnología es capaz
de garantizar la calidad, fiabilidad y autenticidad de los datos técnicos de
todos los productos.
Iluminación y atención por el medioambiente. También se arroja luz sobre el impacto medioambiental. «Creamos
productos cada vez más eficientes y con un menor impacto para el medioambiente,
con el objetivo de conseguir reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero antes de 2030. Hace ya varios años que tomamos medidas que se
concentran en particular en la aplicación de la lean production, es decir, en el sistema productivo que pretende
minimizar los desperdicios hasta anularlos y en el uso de la life cycle assessment, es decir, en la
evaluación del ciclo vital de un producto, desde el suministro de las materias
primas hasta su eliminación al final de su vida útil: en la actualidad ya
llegamos a cien mil horas de funcionamiento», recuerda Bonazzi. El modelo de consumo
evita la economía «de usar y tirar» y se dirige hacia productos que se
actualicen con el tiempo. «Queremos contribuir al desarrollo de productos
realizados como plataformas que se adapten a las necesidades del cliente y al
desarrollo tecnológico. Las personas son el recurso fundamental. Refuerzan el sentido de comunidad y la cultura empresarial», cuenta
Bonazzi. Una vez más se vuelve a hablar de distrito. «Hemos demostrado una
resiliencia envidiable en estos tiempos turbulentos, gracias a la capacidad de
hacer sistema: empresas, administraciones públicas y organizaciones sindicales.
Las relaciones siempre se fundamentan en la comparación», concluye Bonazzi. En el
fondo, ¡hacer empresa es hacer comunidad!
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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