Matemáticos, físicos, ingenieros, desarrolladores. Pero también filósofos, etnógrafos, artistas. Trabajando juntos en un ala de un convento de Módena. De esta manera, día las posibilidades de las matemáticas entran a diario en las empresas para ayudarlas a crecer. Para "FARE Insieme" Giampaolo Colletti entrevista a Fabio Ferrari, fundador y presidente de Ammagamma
di Giampaolo Colletti
@gpcolletti
«Nacimos exploradores en los albores de un mundo que inventar. Desde el primer día, utilizamos las matemáticas para expandir la inteligencia humana. La tecnología por sí misma no es suficiente. La armonía, la elegancia y la inteligencia son necesarias para guiar el cambio». Palabra de Fabio Ferrari, de 41 años, fundador y presidente de Ammagamma, una empresa de ciencia de datos que ofrece soluciones de matemáticas avanzadas a las empresas para orientarlas hacia nuevas visiones sociales y productivas. Esta startup convertida en scaleup fue creada en 2013 desde cero por el propio Ferrari, que fue investigador universitario en el pasado y decidió renunciar con 33 años para intentar aplicar las matemáticas a la mejora de los procesos y de las prestaciones de las empresas. Una intuición que parecía una locura. Sin embargo, la historia resultó diferente. En la actualidad, Ammagamma trabaja con cientos de empresas (gigantes mundiales y pymes de excelencia), desarrolla soluciones de inteligencia artificial para las empresas y cuenta con un equipo de unos 60 trabajadores.
El toque humano
En el manifiesto programático está la idea de futuro que se construye aprovechando las posibilidades del mundo digital (su escalabilidad, en cierto sentido), pero con un toque humano que marca la diferencia. «Hoy, en plena revolución digital, transformamos los datos en nuevos conocimientos utilizando las matemáticas como puente. Todo comenzó casi en solitario. En aquel entonces, hablar de matemáticas aplicadas a los negocios era un desafío titánico. Más adelante encontré a mis compañeros de viaje. Las matemáticas son un buen instrumento para leer el mundo que nos rodea y para entender lo que está por llegar. Es un poco como la música, con su pentagrama. Unas notas que, si se ejecutan a la perfección, pueden convertirse en una bella melodía», dice Ferrari. De la música se vislumbra el nombre de la empresa, que evoca el tiempo del rock progresivo, cuando la música se unía a los primeros sonidos artificiales para liberar nuevas visiones. Un tributo a Pink Floyd entre otros. Porque remite a un enfoque diferente. «Trabajamos para elaborar algoritmos y dar sentido a los números, pero humanizando la inteligencia artificial». El capital humano resulta algo fundamental para generar el resto de capitales y, por consiguiente, escalar mercados, reputación, atención. El equipo cuenta con 60 profesionales en Módena, con 21 nuevas incorporaciones programadas en los próximos meses. La edad media es de 32 años, aunque junto a los más jóvenes hay personas con tres décadas de experiencia. De esta manera, la gestión es mixta, desde los 27 hasta los 50 años. «En el equipo hay matemáticos, informáticos, físicos. Pero no solo eso. También tienen su puesto diseñadores, filósofos, expertos en historia de las religiones. Somos traductores de la complejidad: por esta razón, crear relaciones resulta fundamental para nosotros. Captamos talentos con competencias, trayectorias, lenguajes diferentes. Esta diversidad es riqueza y resulta en un negocio consciente. Pero hay un elemento más: la necesidad de que los elementos científicos sean comprensibles para el cliente. Todo ello es posible gracias a las ciencias humanas, que son tan estratégicas como la ciencia de datos. Puede parecer una paradoja, pero, hoy en día, la historia de la IA se distorsiona porque hay lugares comunes vinculados al hecho de que la IA dirija al hombre. En cambio, la IA y el álgebra ayudan a interpretar el contexto. Es por ello que tratamos de trabajar tenazmente de modo contrario. La figura humanística y artística resulta fundamental. No es casualidad que las matemáticas siempre hayan sido una meta para filósofos e historiadores, una clave de interpretación de todas las disciplinas», afirma Ferrari. Se trabaja con procesos empresariales que hay que replantear, agilizar, mejorar. Desde los desafíos ligados a los recursos humanos hasta la gestión financiera. «Ofrecemos una nueva mentalidad para ayudar a dominar estos procesos complejos gracias a modelos matemáticos y soluciones concretas». La sede central de esta excelencia del data valley de Emilia-Romaña se encuentra en un antiguo convento en via San’Orsona, Módena. «Aunque en un ala también están las hermanas Ursulinas. Tenemos un claustro interior y algunos espacios son compartidos. De vez en cuando las escuchamos rezar el rosario en el jardín».
La fórmula de la cocreación
Todo nació en 2013 para mejorar los procesos energéticos, bajo el nombre de Energy Way. En pocos años se produjo una transición a diferentes sectores: desde las empresas multiservicios a los bancos, desde la industria de la fabricación a la gran distribución. En la actualidad, Ammagamma figura en Linkedin como una de las empresas italianas más innovadoras de 2020. «Elaboramos soluciones que ayudan a las empresas a desarrollar su potencial y a responder de forma eficaz a los desafíos actuales. Trabajamos con algoritmos desarrollados desde cero o los tomamos de bibliotecas ya existentes, pero la diferencia reside en el comportamiento. Muchos clientes nos piden trabajar con la IA. Esto no solo significa utilizar tecnología, sino impartir conocimiento. Nosotros aportamos los instrumentos, pero el cambio se genera junto al cliente». Entre los proyectos más recientes está la plataforma digital Genius Lab, desarrollada junto a Kerakoll, que ha permitido proporcionar a los ingenieros de diseño y a los agentes comerciales una aplicación web capaz de seleccionar y cuantificar rápidamente los proyectos para la deducción fiscal Superbonus 110 %. «Trabajar a cuatro manos significa desarrollar vías y relaciones que van más allá de la clásica categoría cliente-proveedor. Es la seña de la colaboración, que se convierte en cocreación».
El alma de los datos
Mirar más allá, incluso a nivel geográfico. Hace un año, en 2020, la apertura en Israel con todas las dificultades asociadas a la pandemia. «Para nosotros, Israel siempre ha sido una meta estratégica por conocimiento, así como por mercado» Es el país más cercano al mundo asiático, ofrece excelentes universidades y allí estamos trabajando en la construcción de algoritmos asociados a la depuración del agua porque se presta una atención particular a la gestión de los recursos hídricos como bien primario».
Los datos toman así una dimensión social. «Estamos plenamente convencidos de la necesidad de desarrollar una cultura de los datos. Adoptarlos de una manera correcta para no generar asimetrías. El problema está asociado a cómo se elige, selecciona y gestiona el dato. Hay aspectos e implicaciones éticas. Por ello, colaboramos también con universidades y centros de investigación», dice Ferrari. También está la línea asociada a la sostenibilidad: organizar el sector de forma equilibrada y sin residuos. De aquí el nuevo reto con el desarrollo de índices Ammagamma: se trata de un instrumento para medir de forma certificada el impacto que un algoritmo puede tener sobre una empresa, la huella generativa del dato. Desde el modelo matemático a su representación. En el fondo de la innovación está la mezcla entre el componente tecnológico y el componente humano.
https://podcast.confindustriaemilia.it/
Leggi le altre interviste
