En Ozzano dell’Emilia nace la sociedad dedicada a diseñar, realizar e instalar sistemas de aspiración y filtración sostenibles. Un volumen de ventas de 11 millones de euros con una cuota extranjera equivalente al 35 % y un centenar de trabajadores. Para FARE Insieme, Giampaolo Colletti entrevista a Claudio Paravidino, fundador de Imas Aeromeccanica
di Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Alguien podría creer que
ha viajado en una máquina del tiempo especial que lo ha llevado al futuro.
Porque aquello que intuyó hace casi cincuenta años, hoy es más actual que
nunca. En el fondo, la capacidad empresarial se mide también en el instinto
para captar las señales débiles de un mercado en evolución. Claudio Paravidino,
fundador de Imas Aeromeccanica, estaba en lo cierto cuando decidió dedicarse a
los sistemas de aspiración, filtración y depuración del aire. En verdad, hoy se
utilizan sistemas avanzados y competencias tecnológicamente evolucionadas, pero
la idea embrionaria (por la que había apostado incluso el primer dinero
ahorrado con tanto trabajo) era aquella: diseñar, realizar e instalar sistemas
de aspiración y filtración innovadores para las empresas en una época de
tumultuoso crecimiento. También lo hizo antes que el resto y trabajando mejor
que otros. Porque solo de este modo se llega a ser líder del mercado, en
concreto, en lo referente a la realización de sistemas filtrantes, tales como depuradoras
y colectores de polvo para la aspiración industrial del aire. Hoy, la sociedad
tiene un volumen de ventas de 11 millones de euros con una cuota extranjera
equivalente al 35 % y cuenta con un centenar de trabajadores entre
empleados y operarios.
Residuos que se transforman en
energía. Imas se ocupa del estudio y del diseño de todo lo que
concierne a la industria 4.0. «A lo largo de los
años hemos innovado en los sistemas de gestión y hemos vivido una revolución
tecnológica constante. Nuestro diseño antes era en 2D, hoy lo hacemos en 3D con
un sistema que va automáticamente a las máquinas de producción. También están
las nuevas plataformas de alta tecnología: hemos desarrollado productos
innovadores y sistemas de depuración con una característica de filtración
mayor. Hace ya veinte años teníamos sistemas tan avanzados que no solo
respetaban las normas de la época, sino que las emisiones eran ya notablemente
inferiores a lo exigido. Los sectores controlados están vinculados a la
industria mecánica, a la carpintería, a la fundición, a la pintura y al sector
de la madera. Para las industrias mecánicas, los contaminantes son polvos y
vapores de aceite, y para cada uno de ellos tenemos un método de depuración
diferente. La investigación está en estos campos, puesto que todos se realizan
a «medida», afirma Paravidino. Para el sector de la madera, además de la
aspiración y depuración de los polvos, llevamos a cabo la recuperación
energética de los residuos de mecanizado: virutas y serrín, aspirados y almacenados,
se reutilizan durante el período invernal como biomasa para calentar los
propios espacios que los producen. Un trabajo signo de la revolución ecológica,
gracias precisamente a los sistemas de biomasa. «Antes que enviar el desecho a
ser eliminado, se recupera de forma eficiente y diferente», precisa Paravidino.
La fase inicial y los desafíos futuros. Sin embargo, en el fondo,
esa máquina del tiempo anteriormente citada está hecha de la capacidad de leer
entre líneas las necesidades industriales. Porque siempre hay necesidad de
hacer sistemas de aspiración, como recuerda a menudo Paravidino, pero, sobre
todo, de sistemas filtrantes cada vez más eficientes. Pero vayamos por partes.
La vida de este emprendedor, piamontés de nacimiento, pero emiliano de adopción,
contiene muchas otras en su interior: primero el traslado a Génova y después a
Savona. Aquí tuvo a los dieciséis años su primer trabajo como ferrallista, es
decir, dedicado a unir las barras de hierro. Después, poco antes de los
dieciocho, se trasladó a los Abruzos para convertirse en gruista de la
construcción, trabajando como soldador en los períodos de pausa. Con veinte
años, la experiencia como agente de comercio de alimentación, en Bolonia,
vendiendo bollería y colines. «Todo comenzó cuando dejé de hacer ese trabajo: en verano con
la ciudad desierta y las persianas bajadas no se trabajaba. Así nació la
colaboración con un artesano que realizaba canalizaciones de chapa para aspirar
el aire de las fábricas. Estaban vendiendo una calandria y una plegadora, que
entonces era máquinas exclusivamente manuales, y decidí comprarlas. Recuerdo
que las cargué en el furgón que tenía para vender los colines, llevándolas al
garaje», cuenta Paravidino. Ya el garaje. También está en esta historia de
emprendimiento. Quince metros cuadrados donde estaba todo. Incluso el deseo de
triunfar. La sede central de la empresa está en Ozzano dell’Emilia, localidad
de menos de quince mil habitantes a pocos kilómetros de Bolonia. Es aquí donde
hoy se experimenta y se innova. La última frontera de la investigación está
relacionada con la aspiración y depuración con sistemas filtrantes de alta
eficacia y bajo mantenimiento. Por ello, Imas Aeromeccanica propone sistemas de
depuración para las industrias mecánicas que en su ciclo de producción emiten
al entorno de trabajo vapores y humos oleosos. Todo ello es posible gracias a
una depuradora especial dotada de cámara de pretratamiento y sistema de
filtración con bujías de coalescencia. Un sistema automatizado de aire
comprimido permite trabajar de forma continuada por turnos de veinticuatro
horas al día. Ingenio y tecnología para afrontar los retos de las industrias
del mañana. Imas Aeromeccanica aumenta la seguridad en los entornos de trabajo
y disminuye el impacto industrial en el medioambiente.
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