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FARE INSIEME - Ep. 61 - Cubbit, primer proveedor europeo de almacenamiento en nube distribuida

«Apostamos por las personas y la tecnología para innovar»

16/06/2022

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Historia de la empresa emergente boloñesa de tecnología profunda que está escalando mercados, interés y volumen de negocio. Ofrece servicios de nube distribuida y es la única empresa europea en haber desarrollado una tecnología propietaria en este sector. Sus creadores: cuatro amigos y compañeros de universidad, bajo esas Dos Torres que huelen a futuro. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Stefano Onofri y Alessandro Cillario, de Cubbit

di Giampaolo Colletti
@gpcolletti

¿Y ahora qué hacemos? La pregunta resonaba a pocos días de la ansiada graduación en aquella sala universitaria donde los cuatro amigos y compañeros de curso habían pasado montones de horas. En realidad, la respuesta, para ellos, era bastante obvia. Durante todos aquellos años de universidad, no habían parado ni un segundo. Y tanto. Apasionados de la tecnología y los sistemas de almacenamiento en la nube avanzados, en su tiempo libre montaban, desmontaban y volvían a montar ideas, arquitecturas, procesos. Y mientras hay quienes después de graduarse normalmente se toman un periodo sabático, se van de vacaciones o vuelven a casa con mamá y papá si estudian fuera, ellos en cambio no. Decidieron alquilar un piso y ponerse manos a la obra. Por ello la historia de Cubbit –este es el nombre de la empresa emergente de tecnología profunda, hoy primer proveedor europeo de almacenamiento en nube distribuida– es una historia de perseverancia. La idea es de Marco Moschettini, Stefano Onofri, Alessandro Cillario y Lorenzo Posani. No surgió en el icónico garaje al que nos tiene acostumbrados la cultura norteamericana. Todo fue tomando forma en una casa que un tío de los jóvenes fundadores tenía sin alquilar. Por entonces, el grupo no tenía dinero, así que se les ocurrió lo siguiente: cerrar un acuerdo con el tío de Marco para alquilarle el piso, usarlo como oficina de día y por la noche ofrecerlo a través de Airbnb. El dinero sobrante serviría luego para pagar a los desarrolladores, no las vacaciones en la playa. Así fue como en 2016, concretamente en Via San Vitale, esa calle que desemboca justo bajo las Dos Torres de Bolonia, nació Cubbit. En la actualidad, la empresa cuenta con una plantilla de unas 50 personas, entre empleados y colaboradores, con una edad media de 29 años y más de 10 millones de euros recaudados de socios e inversores a nivel internacional, como Barclays, Techstars, la Comisión Europea y los más importantes inversores italianos, habiendo entrado estos últimos durante la última ronda de la Serie A, concluida en julio de 2021. Una partida que se juega en un tablero digital donde la seguridad informática es esencial. Todo empezó con una sana obsesión por la llamada innovación disruptiva, la destinada a descolocar prácticas consolidadas. A estos cuatro muchachos, no se les ha pasado en ningún momento por la cabeza la expresión «no puede hacerse», hasta que lo han logrado. Hoy día, con Cubbit están replanteando la arquitectura en la que se basa el almacenamiento en la nube, apostando por soluciones de nube distribuida para el cliente final. Una trayectoria que desde Italia les ha llevado a pasar por un proceso de aceleración en Tel-Aviv, en un programa sobre ciberseguridad. «En el mundo hay solo cuatro empresas que ofrecen almacenamiento en nube distribuida y tres son estadounidenses. La cuarta es la nuestra, y estamos orgullosos de ello. Esta evolución se ha producido porque hay más concienciación, ha tenido lugar un proceso de maduración tecnológica continuo con tecnologías de la información muy veloces. Las relacionadas con la Web3 se hallan al principio de su curva de explosión y es como si nos halláramos allá por 2007 o 2008 en el mundo de las redes sociales», cuenta Alessandro Cillario, cofundador y codirector ejecutivo de Cubbit.

Personas y tecnologías distribuidas.
Pero para entender la historia de la que es una empresa altamente tecnológica, hay que pensar en términos de capital tecnológico y capital humano. El uno es nada sin el otro. Y en Cubbit, primer proveedor europeo de almacenamiento en nube distribuida, lo habían comprendido mucho antes de empezar. «Para nosotros la innovación no reside solo en el modelo de negocio, sino también en las prestaciones tecnológicas. Por eso es que formamos parte de lo que se llama empresas de tecnología profunda: las que dedican más tiempo a la labor de investigación y desarrollo, requiriendo inversiones considerables, pero cuando la solución alcanza la madurez, el potencial es mayor. Hemos estado en Boston y en Tel-Aviv y siempre hemos optado por desarrollar la tecnología en Italia porque compartimos con algunas empresas emergentes de tecnología profunda del país la misión de desarrollar el ecosistema, que es prometedor porque está lleno de talentos», afirma Stefano Onofri, confundador y codirector ejecutivo de Cubbit. Las oficinas centrales de esta empresa siguen estando en Bolonia, en ese hervidero de culturas que se alimenta con los jóvenes procedentes de todos los rincones del mundo. Pero la fuerza está en trabajar con un planteamiento distribuido, exactamente como con las tecnologías que propone Cubbit. «Estamos en todas partes, como nuestra tecnología. Nuestras personas trabajan desde todos los lugares del mundo. Nuestra característica es que disponemos de competencias diversificadas, también entre nosotros, los fundadores», precisa Cillario.  

Sistemas distribuidos y ganadores.
 «Estamos acostumbrados a ver el mundo de los servicios de internet como centralizados en los centros de datos, pero estos tienen limitaciones: tienes que construirlos y mantenerlos. En cambio, cuando utilizas una tecnología distribuida valorizas la infraestructura, nivelas los costes, aumentas la seguridad. Por otro lado, hay un aspecto relacionado con la sostenibilidad: utilizando esta infraestructura se reducen drásticamente las necesidades energéticas de la refrigeración de los centros de datos, pudiendo llegar a ahorrar cada año hasta 40 kilogramos de CO2 por cada terabyte guardado en Cubbit», dice Onofri. Cubbit es también socio del proyecto europeo Gaia-X, la alianza europea que coopera para permitir un uso seguro, abierto y soberano del dato. El objetivo: garantizar una soberanía digital europea. Y además está contribuyendo a construir la Web3, es decir, el internet del futuro, basado en la combinación de tecnologías centralizadas actualmente existentes y nuevas tecnologías distribuidas. Desde 2020, la sociedad ha distribuido sus productos a más de 50 mil clientes en más de 70 países en todo el mundo y a día de hoy cuenta con más de 45 millones de documentos protegidos en su infraestructura distribuida. Y justo en Abril de 2022, Cubbit ha anunciado el lanzamiento del programa Next Generation Cloud Pioneers –pioneros del almacenamiento en nube de nueva generación– (https://ngc.cubbit.io/) dedicado al mundo B2B. Este proyecto permite guardar y compartir datos de manera segura a las más de 50 empresas italianas que se han sumado y que operan en varios sectores: desde las TIC al sector manufacturero o la Administración Pública. En el futuro, está la ampliación del negocio B2B a nivel europeo. Mirar hacia delante, sin detenerse. En el fondo, es esta la receta ganadora de los pioneros contemporáneos.

https://podcast.confindustriaemilia.it/

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