Una empresa joven que en pocos
años se ha colocado entre las primeras cinco de su sector. A solo dieciséis kilómetros de Sassuolo, nace el
centro líder en cerámica made in Italy y en decoración de baño de lujo. Italcer
cuenta con casi mil empleados y más de 8.000 clientes en el mundo, con ocho
plantas activas. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Graziano
Verdi, director ejecutivo de Italcer Group
di Giampaolo Colletti
@gpcolletti
«Si fuera un partido de fútbol, podríamos
decir sin ninguna duda que el capital humano supera a la tecnología porque sin
el primero no existiría el segundo. La tecnología permite transferir toda la
innovación de una forma competitiva, pero son las personas quienes marcan la
diferencia». Me lo repite como un mantra Graziano
Verdi, director ejecutivo de Italcer, con treinta y dos años de experiencia en
GranitiFiandre, con una pequeña pausa como jefe de empresa en Technogym, que en
GranitiFiandre se convirtió en el directivo de empresa más joven en asumir el
cargo, en 1992. A sus espaldas también tiene una trayectoria en el extranjero
como director ejecutivo del conglomerado Koramic, hasta su vuelta en 2017 con
una aventura que podría parecer arriesgada, pero que ahora es un caso de éxito
estudiado en Italia y en el extranjero. En el fondo, este dualismo sumamente
actual entre capital humano y capital tecnológico se percibe también en el
éxito de Italcer, nacida hace solo cinco años, pero que ya ocupa un puesto de
primer orden en el ámbito de la excelencia ligado a la cerámica.
La gente por
encima de todo. Las personas y después las máquinas.
Esta es una historia que parte precisamente de las personas porque esta apuesta
nace bajo el signo de las alianzas. Por otra parte, la idea de Italcer Group
reside por completo en una intuición implementada en muy pocos meses. «Partimos
de cero a mediados de 2017 y hoy somos uno de los primeros cinco grupos
italianos y con perspectivas de crecimiento significativas en un sector que aún
hoy está muy fragmentado», precisa Verdi. Pero en esta historia también tiene
un papel protagonista el distrito. Y precisamente el de la cerámica. Un sector
envidiado por todo el mundo. Así que se puede decir que las mejores intuiciones
pueden resultar un éxito gracias tanto a las personas como a un contexto
innovador. Estamos en Rubiera, localidad de quince mil habitantes de la
provincia de Reggio Emilia a solo dieciséis kilómetros de Sassuolo, capital
mundial de la cerámica. Aquí nace Italcer, centro del diseño de la cerámica
made in Italia y de la decoración de baño de lujo. Hoy, la empresa cuenta con
casi mil empleados, unas ganancias consolidadas superiores a 260 millones
de euros en 2021 y proyectados en más de 300 en 2022 y un centenar de proyectos
realizados para más de 8000 clientes en todo el mundo. Con un total de ocho
plantas activas, cinco de ellas en Italia y tres en el extranjero. Un trabajo
de equipo, como se decía: Italcer opera con marcas de alta gama y empresas
industriales históricas del sector cerámico. Empresas que realizan productos de
excelencia para interiores y exteriores: forman parte La Fabbrica Ceramiche,
Elios Ceramica, Devon&Devon, Ceramica Rondine, Cedir, Bottega y Equipe
Cerámicas. «Hemos intentado adquirir empresas que tuvieran una lógica de
integración por formato y producto. Y hemos tratado de especializar cada
empresa manteniendo y desarrollando los puntos fuertes de cada marca.
Comenzamos en junio de 2017 gracias a Alberto Forchielli, fundador y presidente
de Mindful Capital Partners y nuestro accionista de referencia. Avanzamos paso
a paso, creciendo de manera orgánica, ampliando el perímetro de las
adquisiciones y basándonos en la innovación y el diseño, el cuidado del
medioambiente y de las personas y cruzando las fronteras desde el distrito de
Sassuolo a España, con la adquisición de Equipe Cerámicas, la empresa líder
mundial en formatos extrapequeños. Cuando cuidas de tus compañeras y
compañeros, gozas del beneficio de que estén contigo en todo momento, actúan
rápidamente y aspiran a la excelencia. Desde el inicio, en todo el grupo, la
gente empezó a responder a los clientes de una forma impecable. Y esto nos ha
permitido crecer», recuerda Verdi. He aquí la fórmula del éxito de la empresa,
que pasa por el éxito de la gente. Desde su satisfacción.
Las recetas para
competir. Diseño y sostenibilidad. Fácil de decir, pero difícil de hacer. Pero
si después se decidió invertir en investigación y desarrollo —Italcer cuenta en
la actualidad con más de 600 proyectos, con una inversión total de 4,2 millones
de euros para un uso eficiente de los materiales y ahorro energético— las cosas
pueden suceder de verdad. De esta manera, la empresa investiga las materias
primas naturales con menor impacto medioambiental. Es más: se llega a emplear
más del 50 % de materias primas recicladas. Y en la actualidad es capaz de
reciclar y recuperar más del 99 % de los residuos de producción generados
en los diferentes centros de producción. Las líneas de producción están dotadas
de las últimas novedades tecnológicas. «Fuimos la primera fábrica del sector en
instalar, en agosto de 2021, una nueva prensa dotada de soluciones innovadoras
para el circuito hidráulico. Objetivo: optimizar y agilizar cada una de las
fases de producción con el menor consumo de energía. Pero también hemos
invertido 7 millones de euros en nuevo cogenerador y ello nos permite casi
eliminar el consumo de energía eléctrica en la preparación de las mezclas»,
dice Verdi. Innovar siempre, detenerse jamás. Así nació ADVANCE en junio de 2020: se trata de un material antibacteriano
que, gracias a un proceso patentado de biomímesis, reduce los virus, bacterias
y contaminación en un -20 %. «Desde que constituimos Italcer, pensamos que
para ser atractivos y competitivos era necesario apostar por la calidad del
producto. La belleza estética del producto de nuestra cerámica se mantiene
intacta y se integra con la fuerza de la higiene», precisa con orgullo Verdi.
Incluso en este caso el trabajo pasa por el equipo: I+D y las universidades
italianas y americanas (https://www.advanceceramic.it/).
¿Pero qué importancia tiene hoy el sector? ¿Cómo se ha
transformado a lo largo del tiempo y en qué modo aprovecha las ventajas de la
transformación digital? Verdi no tiene duda. «En el distrito hay valores
importantes. Michael Porter, en uno de sus textos sobre marketing, cita
precisamente como ejemplo de competitividad al distrito de Sassuolo. En el
fondo, aquí hay una concentración en un área industrial que facilita la logística,
se simplifican la distribución y suministros, se registra una ventaja
competitiva». Hacer negocios también significa leer las señales débiles del
tiempo y actuar con rapidez. «Hemos cambiado las recetas de las mezclas y hemos
prescindido de las arcillas que importábamos de Ucrania, que están bloqueadas
por culpa de la guerra. En el distrito tenemos dos millones de toneladas de
arcillas para sustituir y lo estamos consiguiendo», concluye Verdi. He aquí los
pioneros: raíces ancladas en sus propias comunidades, pero con la capacidad de
captar las señales y de emprender nuevos caminos.
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