En la historia de esta excelencia fundada en Carpi,
hoy presente en todos los rincones del mundo, se respira esa unión indisoluble
entre el arte textil de la región de Emilia-Romaña y la capacidad de escalar
mercados y volumen de negocio, apostando por la calidad. Para FARE INSIEME,
Giampaolo Colletti entrevista a Carlo Parisatto, director de Márketing y Ventas
de CadicaGroup
di Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Las obras maestras están hechas de detalles.
Y esta afirmación vale también en lo que a ropa se refiere. Tal vez sobre todo
en este caso. Después de todo, son precisamente los detalles el elemento
fundamental que completa una prenda de vestir: tienen una incidencia marginal
en los costes, pero valorizan la imagen, promueven la marca, añaden ese algo más
que hace destacar. Bien lo saben en CadicaGroup, empresa de Carpi dedicada a la
producción de etiquetas colgantes y cosidas, parches y accesorios para algunas
de las marcas de moda más conocidas del mundo.
La
historia. Todo empezó en el lejano 1973, en esa plaza de Carpi que es una
excelencia en los tejidos, una de esas áreas históricas de la industria textil
reconocida por doquier. Por estos lugares, al menos hasta hace poco, en cada
garaje había una máquina de tejer, porque la comunidad en su totalidad se
dedicaba a la elaboración de tejidos. Y lo hacía con pasión, competencia,
resiliencia. Esa comunidad, continuando a tejer, abría nuevos caminos
profesionales y emprendía nuevos retos. En el fondo, es exactamente eso lo que
ocurrió en Cadica, porque esta historia surge de otra profesión, la de
tipógrafo, para luego evolucionar. El nombre mismo está ligado al territorio
emiliano, pues integra la parte inicial del nombre Carpi seguida por las
iniciales de las dos familias fundadoras: Diacci y Carnevali. Todo surgió como
una empresa familiar. Luego, en 2016, la empresa fue adquirida enteramente por
el fondo Gradiente Sgr, que ya en 2014 se había hecho con la participación
mayoritaria. Fue el factor impulsor que llevó esta historia a evolucionar
ulteriormente. Llegaron esos elementos que permiten escalar mercados, interés,
volumen de negocio. En 2021, Cadica registró un volumen de ventas de 51
millones de euros, mientras que el grupo alcanzó los 78 millones de euros. Pero
lo que sorprende es el crecimiento de dos cifras percentiles, un +35 %, de año
en año. Originarios de Carpi, internacionales por definición. Efectivamente, su
alma es emiliana, pero la empresa se halla repartida un poco por toda Italia y
abastece los mercados de medio mundo. Está la planta de Monte Odorisio, cerca
de Vasto, en la región de Los Abruzos: aquí se dedican a las labores de tejido,
una fase delicada y de gran valor. En cambio, en Tolentino, un pueblo de 20.000
habitantes en la provincia de Macerata, está localizada la producción de envases
y embalajes. En Toscana, concretamente en las montañas de Campo Tizzoro, en la
provincia de Pistoia, se halla la industria gráfica. Y luego en Milán, las
oficinas de diseño. Las sedes en el extranjero se hallan en América, China y
Hong Kong. A día de hoy, la plantilla está formada por 400 personas que poseen
una fuerte inclinación hacia el cliente. «Hemos decido estar donde nuestros
clientes han decidido estar, distribuyendo, de hecho, en todo el mundo. Así,
aunque nacimos como una empresa de producción, hace veinte años, al ir
moviéndose el mercado del lujo hacia los clientes del este de Europa,
evolucionamos nuevamente y, para seguirlos, decidimos buscar socios allí. La
diferencia está en la capacidad de estar ahí de veras para el cliente, también
a nivel de presencia física. En China, el centro cuenta hoy con 60 personas en
plantilla, mientras que en Hong Kong son 20. Hace unos años, con la
relocalización volvimos a Italia y en la actualidad somos líderes del mercado
en nuestro segmento gracias a una fórmula basada en la mezcla de creatividad,
asesoría y servicios de logística», afirma Carlo Parisatto, director de
Márketing y Ventas de CadicaGroup.
La evolución circular. Tener olfato para los
mercados, comprender las nuevas demandas e intentar ofrecer respuestas
innovadoras. Así fue como, desde principios de los años 80, gracias a un
análisis de las rápidas mutaciones del mercado y de los gustos, se delineó la
nueva misión para la empresa: ofrecer un servicio completo de asesoría, diseño
y producción para los fabricantes de ropa. Y hacerlo apostando por la calidad
absoluta de los productos, con un servicio dinámico, veloz y flexible ante las
exigencias del cliente; además de una exploración continua de las tendencias de
la moda y de nuevas soluciones técnicas, actualizando la maquinaria y el
software de producción y gestión. Por lo que respecta a las etiquetas
colgantes, actualmente cobran vida de 800 millones a 1000 millones de unidades
solo en los primeros cuatro meses del año, y 3000 millones son las etiquetas
cosidas que se trabajan. «Hoy estamos muy lejos de la etiqueta de antaño,
funcional y anónima, que servía para indicar la talla conforme de la camisa,
por ejemplo. Las etiquetas, cosidas y estampadas, las cintas, los emblemas
troquelados con láser de formas cualesquiera, los escudos de plástico o de tela
y las etiquetas colgantes son signos que hacen que una colección sea reconocida
a simple vista», precisa Parisatto. Aspirar a la excelencia supone poner a las
personas en condiciones de trabajar lo mejor posible. Y aquí es donde entra una
política de bienestar corporativo altamente innovadora. «Escuchamos a nuestras
trabajadoras y trabajadores, sus necesidades, sus distintas exigencias. En
nuestra empresa, por ejemplo, se paga la guardería a las madres y padres y hay
una gran concienciación sobre las necesidades de quienes colaboran con
nosotros», dice Parisatto. Hoy en día, es posible llevar la trazabilidad de
toda la cadena de suministro y producción del ramo, el cual ofrece productos
sostenibles y respetuosos con el medioambiente. El futuro apunta a la
sostenibilidad, a la circularidad, al uso avanzado de las tecnologías
relacionadas con el 3D. «Para poder proponer los diferentes artículos,
elaboramos un sinfín de muestras. A fin de reducir el material de desecho
resultante, hemos decidido adoptar la tecnología 3D: de esta forma, el cliente
puede efectuar ya una primera selección directamente a través de internet.
Desarrollamos una labor constante de investigación en nuevos materiales,
sostenibles y de gran rendimiento, apostando por soluciones ligadas al
reciclado y a lo ecológico», concluye Parisatto. Activarse por un mundo mejor:
es esta la vía maestra para las empresas de excelencia.
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