En Módena, hace más de treinta años nació una
empresa que hoy está escalando los mercados de medio mundo gracias a la
inteligencia artificial. Un equipo de profesionales repartidos entre Italia,
Europa y Norteamérica para un volumen de negocio de 30 millones de euros. Para
FARE Insieme, Giampaolo Colletti entrevista a Stefano Spaggiari, fundador y
presidente ejecutivo de expert.ai
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
Nacieron hace más de treinta años en un garaje que con el tiempo se
hizo hipertecnológico, mucho antes que esos más conocidos de Estados Unidos.
Así, en aquel espacio ordenado de cables y ordenadores de primera generación ya
en los años 90, tres jóvenes compañeros de la facultad de informática de Módena
—uno de los primeros cursos en la materia— intentaban hacer las cosas a lo
grande y pensar en la inteligencia artificial antes de que se hablara de ella
en Italia y en todo el mundo. Esta es la historia de expert.ai, empresa
modenesa y hoy una de las más grandes de Europa dedicada a la inteligencia artificial.
Se trata de un equipo de personas con sólidas competencias técnicas y
empresariales y una notable presencia internacional en diferentes países de
Europa y Norteamérica para un volumen de negocio que ronda los 31 millones de
euros. De Italia a América, ida y vuelta: desde 2020, en plena emergencia
pandémica, se lanza un nuevo gran proyecto de internacionalización. De esta
manera, hoy las sedes centrales se dividen en dos: está la de Módena y la de
Boston, destinada a las ventas y al marketing, mientras que la investigación y
desarrollo se encuentra en casa, en Módena. «Pero también tenemos grupos de
investigación en Trento, Nápoles, Siena, Roma, Milán y oficinas comerciales en
el extranjero, en Francia, España, Reino Unido y Alemania. Siempre hemos sido
pioneros en el mundo. Competíamos con colosos como IBM y Olivetti. Porque en
aquella época estaban los grandes grupos y no las empresas emergentes. Al
principio no nos ocupábamos de la inteligencia artificial (IA), sino de la
lingüística aplicada al software. En aquella época desarrollamos el primer
corrector automático de la lengua italiana englobado en el paquete Office, que
después se vendió a Microsoft. Éramos una empresa emergente y no lo sabíamos.
No había un ecosistema ampliado ni, por tanto, la relativa ayuda de los ángeles
inversores como financiadores», cuenta Stefano Spaggiari, fundador y presidente
ejecutivo de expert.ai.
Pensar a lo grande. Cuánto camino
recorrido. Y sin siquiera haberlo imaginado antes. Así, los primeros años
sirvieron para crecer, pero también para experimentar. El corrector gramatical,
por ejemplo, fue una intuición genial de uno de los tres socios. Paso a paso,
bit a bit, sin prisa porque al inicio no había dinero. «No teníamos la
posibilidad de interceptar fácilmente las inversiones porque en el pasado era
más complicado, así que durante el día hacíamos software por trabajo y de noche
programábamos por placer», puntualiza Spaggiari. La satisfacción de la
inconsciencia juvenil de intentar cambiar el mundo. Así que el sueño se
alimentaba de noche y en el segundo turno. Porque el primero era para
sobrevivir. «Estamos hablando del mundo pre-Internet. Pero imaginábamos que el
mundo cambiaría. Después, a comienzos del siglo XXI, llegaron las primeras
grandes inversiones para crear un auténtico trabajo de IA que simulase las
capacidades cognitivas. De ahí parte nuestra larga historia. Hoy abarcamos 12
idiomas incluyendo el chino, el japonés, el coreano y el árabe. Pero lo que nos
caracteriza es que siempre pensamos a lo grande. Al inicio también queríamos
mostrar que en Italia, y no solo en Silicon Valley, se podía crear un software
de valor mundial», precisa Spaggiari. ¿Pero qué se hace con esta plataforma?
Cualquier actividad humana se basa en el conocimiento. Y lo explica bien
Spaggiari. «Dentro de las empresas hay un enorme conocimiento no estructurado,
pero cuanto más conoces, mejor lo haces. Por tanto, hay dos grupos de
aplicaciones para las empresas: por un lado la automatización robótica de
procesos y la nueva revolución industrial en actividades que se efectúan de
forma manual y que se pueden hacer en modo automático. Por ejemplo, la gestión
de los servicios. También está el mundo de la inteligencia de la información
que aprovecha el conocimiento con aquello que tengo a disposición para tomar
decisiones».
La fuerza de las competencias. Todo nace de las
competencias. En este caso, de programadores y desarrolladores. Pero el resto
del equipo no tiene necesariamente nociones técnicas. Hay lugar para una
formación clásica con filósofos, lingüísticas, graduados en lenguas o en
humanidades. «Han demostrado tener la mentalidad adecuada para racionalizar el
conocimiento desestructurándolo y devolviéndolo con formalización a formas
inteligibles con la máquina. Son auténticos mediadores de las reglas de
análisis. Así las ciencias humanas entran en juego con el dato», dice
Spaggiari. Comprender y extraer,
es la doble misión. Hoy la sociedad colabora con algunas de las más importantes
empresas privadas y organismos gubernamentales del mundo: con un enfoque
híbrido se transforma el lenguaje en datos, ofreciendo la visión necesaria para
mejorar los procesos de decisión dentro de las organizaciones. Así, gracias a
la inteligencia artificial, se puede potenciar y escalar el negocio. Expert.ai
ha desarrollado una tecnología de vanguardia para la comprensión del lenguaje
natural que aprovecha el análisis semántico (la capacidad de comprender el
significado de las palabras y frases) para ayudar a las máquinas a comprender
los textos, resolviendo las ambigüedades del lenguaje. Las soluciones están
pensadas para aseguradoras, bancos, editoriales y medios, defensa e
inteligencia, sanidad e industria farmacéutica, energía, administración
pública, telecomunicación. Así las tecnologías abrazan al ser humano para
diseñar nuevas páginas de futuro.
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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