Pensar en grande significa también investigar e innovar en
grande: esta es la historia de una empresa farmacéutica nacida en la provincia
de Módena que hoy genera un volumen de negocio de 220 millones de euros y da
trabajo a casi cuatrocientos empleados y empleadas. Pero sobre todo ofrece
respuestas concretas para la salud global. Para FARE INSIEME, Giampaolo
Colletti entrevista a Federico Saetti, director ejecutivo de Opocrin
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
¿Y si...? Esta es una
pregunta abierta a la que hasta empresarias y empresarios visionarios a veces
no necesariamente saben responder, si bien son conscientes de que es importante
planteársela. Federico Saetti es uno de ellos. Tal vez ni se imaginaba hasta
dónde abrían llegado él y la empresa farmacéutica que hoy capitanea, pero sus
proyectos y sus cifras cuentan una historia de éxito en esa tierra de
innovación que apuesta también por la investigación farmacéutica. Saetti es
director ejecutivo de Opocrin, tras haber trabajado durante muchos años en su
equipo de desarrollo y en la parte comercial. Nos hallamos en la zona de
Módena, concretamente en Corlo di Formigine, un pueblo de pocos miles de
habitantes de la provincia. En Nonantola, por su parte, se halla el sector
dedicado a la producción. Pues bien, en este pequeño rincón de la región de
Emilia-Romaña es donde nació esta joya que se ha convertido de pleno derecho en
una empresa farmacéutica capaz de ofrecer respuestas centradas en los
pacientes. ¿Y si...? En el fondo,
este interrogante es el que también se planteó el farmacólogo Pietro Bianchini
cuando levantó, de la nada, ese pequeño laboratorio de investigación de
principios activos biológicos que acabaría haciéndose grande con los años.
Corría el año 1964. El objetivo, ayer y hoy, es buscar en la naturaleza esos
principios activos farmacéuticos que pueden emplearse en humanos, aislarlos y
ponerlos luego a disposición en el mercado con la mejor y más segura
tecnología. «Vamos por la tercera generación, ya que Opocrin la fundó mi abuelo
materno Pietro Bianchini, farmacólogo de renombre estimado por la comunidad
científica internacional. Luego, en 2007, pasó a manos de mi padre, quien en
2017 me pasó el testigo a mí, aunque yo había entrado ya en la empresa en 2007,
con solo veintiún años, empezando en el departamento de producción para luego
llegar hasta el departamento comercial. Se puede decir que nací y crecí en la
empresa», recuerda Saetti.
Los retos de Opocrin. Raíces locales y
misión global. En la actualidad, Opocrin es líder mundial en la producción de
derivados de la heparina, pero el éxito lo llevaba ya bordado con filigranas en
su historia. A día de hoy cuenta con una red comercial que le permite operar en
más de 50 países. Su objetivo: contribuir al progreso científico para mejorar
la salud. Opocrin trabaja codo con codo con socios seleccionados en el
desarrollo de nuevos productos innovadores, al poder ofrecer una gestión de
largo alcance del proyecto, desde el abastecimiento del principio activo para
estudios clínicos hasta la industrialización de la producción con fines
comerciales. Su volumen de negocios es de 220 millones de euros y la empresa da
trabajo a 374 personas, ofreciendo un sinfín de nuevos puestos vacantes. Así
pues, en los últimos dos años se ha visto reforzada la parte relacionada con
las adquisiciones, habiéndose constituido como grupo en 2020. «En la
actualidad, el 10 % de nuestro volumen de negocios se centra en el sector
farmacéutico, mientras que el 90 % está ligado a los principios activos. Pero
en el futuro los datos se invertirán», precisa Saetti. La empresa produce
medicamentos que salvan vidas, como la heparina. Y en los últimos años ha
desarrollado nuevos derivados de la heparina, precisamente. Se trata de
soluciones libres de acción anticoagulante y antitrombótica, que han abierto
nuevas vías terapéuticas. También en este caso, la labor de investigación
significa esperanza. Actualmente, la organización permite hacer un seguimiento
de todo el ciclo de vida del producto, desde la materia prima hasta su
comercialización. «Estamos especializados en la investigación y desarrollo de
moléculas complejas, con el fin de descubrir nuevas potencialidades y nuevos
enfoques terapéuticos para salvar vidas. Ponemos la investigación al servicio
de la salud y nos orientamos, desde siempre, hacia nuevos enfoques
terapéuticos», dice Saetti. Por otro lado, la empresa lleva desde sus inicios
comprometida también con la lucha contra el glaucoma, una patología del ojo
caracterizada por un aumento anómalo de la presión intraocular, responsable de
daños en el nervio óptico y, por tanto, posible causa de ceguera. Opocrin se ha
centrado en combatir la progresión del daño y ha llevado a cabo también un
estudio específico sobre la calidad de vida, en el que han participado 220
pacientes de Italia, España, Bélgica y Grecia. «Se trata de una enfermedad
incapacitante para la que nuestro grupo ha contribuido a mejorar notablemente
la calidad de vida de los pacientes afectados por ella, con progresos
científicos de veras apreciables y resultados clínicos incontrovertibles»,
precisa Saetti.
El futuro está en la investigación. Ambiciones que crecen. Opocrin
ha adquirido Laboratori Derivati Organici, una sociedad especializada en la
producción de principios activos farmacéuticos, principalmente la heparina y
los heparinoides. De este modo, se ha
convertido en el principal productor de heparina del mundo. Pero hay más: su
labor de investigación va encaminada también al estudio de la molécula que
facilita la dilatación en el parto. Son excelentes los resultados de los
ensayos sobre la tafoxiparina, es decir, la heparina modificada. «En la
práctica, se abre una nueva era para la inducción farmacológica del labor en el
parto. Alrededor de un cuarto de las mujeres embarazadas están sujetas a la
inducción del trabajo con métodos farmacológicos y mecánicos que no siempre son
eficaces. Un modo para hacer que este evento increíble en la vida de una pareja
sea aún más seguro para la madre y su bebé», concluye Saetti. Una vez más,
Opocrin afronta los retos contemporáneos con determinación. El futuro pasa por
la salud y la toma de consciencia de que la ciencia orienta nuestras vidas.
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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