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FARE INSIEME - Ep. 97 - GRAF Industries, una historia que contiene muchas otras

«La innovación continua es nuestro mantra»

5/12/2022

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Desde Nonantola, un pueblo de menos de veinte mil habitantes situado al este de Módena, partió en 1978 una empresa de electrónica que con los años se ha ido transformando en una entidad multinegocios orientada a la innovación. Todo empezó en un garaje, pero uno que ha estado siempre abierto al mundo entero. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Giampaolo Ferranti, director ejecutivo de GRAF Industries

de Giampaolo Colletti
@gpcolletti

Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero

Tener convicción en todo momento, no rendirse jamás. Si quisiéramos emplear un eslogan para contar la historia de GRAF Industries, podría ser exactamente ese. Remite a la resiliencia, a la determinación, a la innovación, que está indisolublemente ligada a la experimentación, porque la historia de esta empresa multinegocios encierra muchas otras dentro de sí, pero todas ellas unidas por ese mantra: tener convicción en todo momento, no rendirse jamás. Todo empezó en un garaje, exactamente como en el icono estadounidense que hemos aprendido a leer también en los libros de historia contemporánea de la innovación reciente. Solo que, en este caso, el garaje se encuentra en Nonantola, un pueblo de de unos diecisiete mil habitantes en el interior de la zona de Emilia, al este de Módena y en dirección de Ferrara, a lo largo de esa ruta por todos conocida como la Nonantolana, esto es, la comarcal SP 255. Un pueblo conocido en todo el mundo por su hermosa abadía, que durante el medioevo llegó incluso a ser la sede de uno de los más importantes y ricos monasterios europeos. Una tierra orientada a la innovación, al trabajo en equipo, a la capacidad de crear sistema y escalar mercados despertando cada vez más atención.

Una historia de innovación.
En GRAF todo empezó en el lejano 1978, precisamente en aquel garaje de la calle Cesare Battisti donde Paride  Ferranti puso en marcha sus primeras actividades económicas. Se trataba de una pequeña empresa de instalaciones eléctricas, que suministraba también electrónica y software para el sector de la automatización industrial. Este emprendedor emergente y precursor había encontrado en las décadas previas un pequeño libro de Scuola Radio Elettra, una sociedad que se dedicaba a impartir cursos de formación por correspondencia en el campo de la electrónica, y así es como había empezado a estudiar las instalaciones eléctricas. Paride Ferranti estudiaba mucho, sin descanso. Y experimentaba aún más. Son suyas las soluciones más innovadoras de por entonces, como la versión eléctrica del encendedor de gas. Luego llegó el traslado a Suiza, la experiencia en África y su vuelta posterior a Emilia. «En el fondo, nacimos como técnicos electricistas, pero desde el primer momento fuimos innovadores por definición. Nuestro empuje nos ha llevado hasta la más avanzada automatización gracias a la electrónica. Después de todo, nuestro territorio es famoso por su laboriosidad: aquí siempre se ha respirado un aire de tecnología», afirma Giampaolo Ferranti, gerente financiero de la empresa que ha revolucionado varios sectores, apostando por la investigación y el desarrollo. No por nada, en la actualidad las inversiones en I+D se sitúan alrededor del 7 % del volumen de negocio. Pero vayamos por partes. GRAF es un acrónimo que une el nombre de los socios que constituyen la nueva fase de la empresa, y equivale a Guerra, Reggiani, Ansaloni, Ferranti. Porque la historia siguió adelante en 1994, cuando un grupo de ingeniosos empresarios recogió el legado de una sociedad ya visionaria para dar vida a una fuerte y rápida especialización en el diseño y fabricación de líneas de automatización para una gran variedad de áreas de negocio: desde el sector de la cerámica hasta el metalmecánico. Multinegocios, decíamos. Mientras tanto, en años más recientes, esto es, alrededor de 2002, la labor de investigación y desarrollo de GRAF se reforzó, creando un auténtico laboratorio que recibió del Ministerio de Educación, Universidad e Investigación italiano el importante reconocimiento de laboratorio altamente cualificado, lo cual ofrecía a los clientes que encargaban labores específicas la posibilidad de obtener ventajas significativas en términos de costes y garantías de calidad científica. Luego llegó la crisis financiera de 2008. Después de lo de Lehman Brothers, la empresa llegó a perder el 70 % de su volumen de negocio, así que decidió replantearse su papel como empresa manufacturera. «Fue una crisis que afectó duramente al tejido productivo y a algunos de nuestros principales clientes. Nuestra junta se vio en la difícil condición de tener que decidir entre un dramático recorte de plantilla o una inversión adicional en una exigente adquisición de empresa. La decisión tomada, a fin de proteger la plantilla, fue la segunda. El fuerte impulso en innovación y la capacidad de captar las oportunidades ofrecidas por el mercado nos han llevado con el tiempo a desarrollar nuevas áreas de negocio y a identificar centros de competencia tan especializados que pueden ser un recurso atractivo también para otras empresas fuera del grupo», recuerda Ferranti. Así, en 2009 se creó GRAF Synergy, que transformó GRAF de abastecedor del sector a fabricante de máquinas.

Innovaciones disruptivas.
Tener convicción en todo momento, no rendirse jamás. Mucho más que un eslogan. Estas palabras se respiran en los hechos de esta empresa emiliana que hoy cuenta con 300 personas en plantilla, de unos 39 años de edad de media, 7 plantas y nada menos que 42.000 metros cuadrados de superficie dedicada a la producción. En 2008, cuando el mundo cambió, GRAF era una empresa con un volumen de negocio de menos de 10 millones de euros. Hoy alcanza los 100 millones. Pero el elemento que marca la diferencia es el pensamiento lateral. Para innovar dentro y fuera de la empresa. Así, en 2012 GRAF fue la primera del mercado en introducir una tecnología hasta entonces desconocida y que acabaría revolucionando el proceso de fabricación de las ventanas de PVC: en la práctica, construyó en casa la primera y única soldadora de control numérico del mundo, que elimina completamente el cordón de soldadura en la esquina de la ventana. Esta tecnología hizo posible la fabricación de ventanas con un efecto estético nunca visto y permitía a los productores de cerramientos la realización de nuevos tipos de ventanas con combinaciones de materiales que hasta ahora se creían imposibles de efectuar a bajo coste. En pocos años, la nueva tecnología se reveló disruptiva y a día de hoy GRAF es el referente mundial en este sector. «Este extraordinario resultado es el fruto del trabajo sinérgico entre las distintas competencias profesionales que pueden hallarse dentro del grupo y, paralelamente, iniciamos un camino en la fabricación de todos las piezas necesarias para la producción de surtidores de carburante para gas metano. Gracias a la experiencia en este campo y al empeño que nuestros investigadores ponen en ello, hemos creado la gama de productos más completa, convirtiéndonos en el actor que mejores resultados obtiene en el sector», dice Ferranti. La lección que da esta empresa es la de haber transformado los problemas en una oportunidad. «Nos dimos cuenta a tiempo de que el mundo de la mecánica había cambiado y la electrónica había evolucionado, yendo hacia la precisión. Todo aquello nos permitió crear maquinarias nuevas, sobre todo para máquinas de control numérico», concluye Ferranti. What’s next? La evolución de las máquinas de control numérico, nuevas soluciones industriales para aprovechar fuentes de energía alternativas y sostenibles como el biogás, LNG, hidrógeno y fotovoltaica son ya hoy las directrices de GRAF para el mañana. Tener buen olfato para el futuro: ¡qué gran habilidad!

https://podcast.confindustriaemilia.it/

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