Il Nostro Team
Comunicazioni tecniche
Eventi
Fare News
Imprese Associate
{{ fifthTitle }}

FARE INSIEME - Ep. 118 - Bancolini Symbol y la idea de llevar a Italia el código de barras

«Nuestra revolución que une personas y tecnología»

20/03/2023

.
 

Han implantado intuiciones geniales, desde la primera generación, con el nacimiento en el lejano 1925 de una empresa dedicada a la comercialización de cámaras de fotos y productos asociados. Después, en 1978, llegaron los códigos de barras y la digitalización de la cadena de abastecimiento. Retrato de la empresa de Castenaso que une capital humano y tecnologías. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Irene Castelli, administradora única de Bancolini Symbol.

de Giampaolo Colletti
@gpcolletti

Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero

Hay quien cumple el sueño americano en América y quien se lo lleva a Italia o, mejor dicho, a Emilia-Romaña. Porque la historia que vamos a contar atraviesa los dos continentes, en realidad, América e Italia, en aquellos años a caballo entre los sesenta y los ochenta. Años complejos, intensos. Años marcados por una crisis política y energética, pero también por el rescate, por las ganas de trabajar. 

La historia de la empresa. Así, en 1978, los primos Bancolini-Castelli, propietarios de la empresa homónima especializada en la venta de material fotográfico y para fotomecánica, deciden participar en una feria del sector en Estados Unidos. Allí descubren por primera vez esos curiosos signos que supondrían una revolución digital, ahora conocidos como códigos de barras. Así nació la idea. Llevarlos a Italia y replantear su propia empresa. Este es el coraje del que hablábamos antes. Para acoger el gran potencial del nuevo sistema, se creó un innovador departamento relacionado con la simbología y se puso en marcha la producción de los «film master» Codemaster, películas para la impresión de los códigos de barras. Incluso de los Países Bajos llegó una sofisticada maquinaria de alta tecnología. El éxito fue tal que en junio de aquel mismo año se funda la sociedad Bancolini Symbol. Así, a la actividad de impresión y verificación de los «film master» se une la de control de los códigos ya impresos gracias a los nuevos productos. Una genialidad que es un negocio de familia. Porque ya en el lejano 1925 Piero Bancolini decidió trasladarse de Milán a Bolonia. Tenía veintisiete años y hoy lo habríamos definido a todos los efectos como un «startupper». Porque a Piero Bancolini le encantaba sacar fotografías, pero sobre todo quería comercializar aquella pasión, transformarla en un trabajo. Así, al principio vendía cámaras fotográficas: cortaba las películas, hacía los carretes, distribuía los productos en toda Italia con las furgonetas Bancolini. Era muy conocido entre los fotógrafos de la Ribera romañola, en los veranos interminables entre Rímini y Riccione. «Pero el abuelo Piero eligió Bolonia porque para él en aquella época también era estratégica, un eje entre el norte y el sur de Italia. Después, la empresa evolucionó con mi padre en la parte de la gráfica y la preimpresión. Y luego, en los años ochenta, nació Bancolini Symbol. Pero nosotros tenemos una conexión con nuestras raíces: hasta tenemos un museo de las cámaras fotográficas del abuelo», afirma Irene Castelli, administradora única de la actual empresa, nacida en Bolonia, con estudios en economía y comercio y una gran pasión por la electrónica.

Personas y tecnología. Hoy lo digital marca la diferencia. Porque Bancolini se ocupa de digitalizar la cadena de abastecimiento. «Nuestras competencias se consolidaron con los años en varias direcciones. Desde la codificación a la lectura, desde la impresión a los materiales de consumo, de los sistemas de impresión y aplicación (o print apply) a los software para la recopilación y la gestión de datos en el ámbito de la industria 4.0. Para mí, la tecnología debe ser un instrumento puesto a disposición de las personas para mejorar la calidad del trabajo, sacarlas de operaciones repetitivas, ayudarlas a simplificar las decisiones y a recuperar tiempo», cuenta Castelli. El testigo se lo pasó su madre, Adriana, al frente de la empresa desde su fundación hasta 1983. Hoy la empresa cuenta con 30 empleados ubicados en la zona industrial de Castenado, en la provincia de Bolonia. Los clientes abarcan diversos sectores: fabricación, automoción, cerámica, logística, transportes. «Somos un socio tecnológico fiable, no solo un proveedor. Nuestro objetivo es agilizar los procesos y somos conscientes de que, sea cual sea el mercado en el que se opera, la inteligencia humana es el mayor elemento de expresión y competencia. Las personas son el verdadero activo estratégico. Las empresas son comunidades unidas por un objetivo común y creo que deben tener un fin superior al puro beneficio. La rentabilidad de una empresa es fundamental, pero debería estar dirigida a redistribuir bienestar, tanto dentro como fuera de la comunidad», recuerda Castelli. Capital humano y tecnología, exactamente en este orden. Salta a la vista. Hoy, el «smartworking» (trabajo inteligente) se extiende a todas las personas de la empresa y comenzó en tiempos no sospechosos, en 2019. La posterior pandemia aceleró este proceso, pero aquí se había emprendido un camino típico de los pioneros. El año pasado, cerrado con un aumento del 30 % del volumen de negocio, Bancolini regaló 1200 euros en vales de compra a cada empleado. «Estoy convencido de que las empresas son instrumentos de crecimiento y formación, organismos que tienen la responsabilidad de evolucionar continuamente por el bien común yendo más allá de las lógicas del puro beneficio», cuenta Castelli. En el futuro habrá mucha inversión en investigación y desarrollo, sobre todo en el ámbito de las soluciones integradas, hardware y software. Pero otro aspecto necesario es buscar colaboraciones valiosas incluso con otras empresas para tener éxito juntos tanto en el mercado italiano como en el extranjero. «Ser modulares y flexibles, esta es la clave del éxito», concluye Castelli. Y piensa ahora en las palabras de Stefano Mancuso, uno de los científicos más destacados en botánica: «Las plantas encarnan un modelo más resistente y moderno que el animal. Son la representación viviente de cómo se pueden combinar solidez y flexibilidad. En la base hay una arquitectura cooperativa distribuida, sin centro de control, capaz de resistir a repetidos eventos catastróficos sin perder la funcionalidad». Aliarse es el as en la manga entre el viejo y el nuevo mundo.

https://podcast.confindustriaemilia.it/

Leer las otras entrevistas

 

Altri Articoli di Fare news