Entre la Emilia y la Romaña hay una empresa no convencional dedicada a regenerar materiales de posconsumo. Se trata de Regenesi, que da vida a líneas de producto firmadas por diseñadores internacionales y basadas en un ciclo virtuoso de producción que une estilo, funcionalidad y diseño sostenible. Para FARE Insieme, Giampaolo Colletti entrevista a Maria Silvia Pazzi, directora ejecutiva de Regenesi
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
¿Os acordáis del Grisú, el pequeño dragón? Para contar esta historia partimos del inolvidable dibujo animado de los años sesenta. Un simpático dragón, el hijo pequeño de una gran estirpe de dragones escupefuego. Un personaje a contracorriente porque siempre soñó con ser bombero. Quiere apagar incendios, en vez de alimentarlos. La protagonista de esta historia es como Grisú, el pequeño dragón. Incansable y poco convencional en aquello que dice y hace. Pero para explicar mejor esta historia, también hay un mensaje que debe explicarse. Transformar los residuos en belleza. Es fácil decirlo hoy, en unos tiempos marcados por el conocimiento de los riesgos medioambientales y de la necesaria tendencia a la acción. Era más difícil decirlo y, sobre todo, hacerlo hace quince años. Pero es bien sabido. Los pioneros, como los pequeños dragones, lo son porque a menudo emprenden caminos aún no recorridos, asumiendo el riesgo de sus acciones e infundiendo visión en los demás. He aquí otra palabra que expresa esta historia empresarial que se lleva a cabo con la participación de muchas personas. Transformar los residuos en belleza, decíamos antes. «Así comenzamos con Regenesi, no lo hemos cambiado nunca y siempre lo hemos tenido claro», afirma Maria Silvia Pazzi, emprendedora perteneciente a ese mundo hoy conocido como economía circular. Cuenta con una licenciatura en economía, pero en el corazón está su pasión por la arquitectura. La génesis de su empresa, abierta en 2008 tras un pasado como empleada, incluye todas sus pasiones, todas sus visiones. Hay una vida en ella que contiene otras cien. Porque Maria Silvia —con cuatro hijos, tres perros, dos empresas a lo largo del tiempo y mucho asociacionismo— un buen día, hace quince años, decidió dejar su trabajo para crear uno de cero. «En aquel momento me quedaba pequeño aquel trabajo de empleada. A menudo compartía ideas nuevas que molestaban a las organizaciones. Así me animé a convertirme en emprendedora», recuerda Maria Silvia Pazzi.
Retrato de la empresa. Regenesi es una marca de estilo de vida con productos de moda y objetos. Además, ofrece asesoramiento o acelera proyectos de economía circular para empresas o instituciones: como ha sucedido con Dainese, Lamborghini, Mandarina Duck, Enel, L'Oreal, el Ayuntamiento de Rávena, etc. La auténtica inspiración nació mientras Maria Silvia Pazzi estaba en Nápoles, en un período de emergencia total por los residuos. De ahí idea: transformar los residuos en belleza. Después siguió con un barcamp en Turín, en el espléndido Castello del Valentino. Ahí debatían emprendedores, diseñadores, artistas, «startuppers». Así, pues, Regenesi se introdujo en una red cada vez más densa. Un punto que une otros puntos. Además está el territorio, que lo une todo. Una comunidad preocupada por el reciclaje. «Vivo entre la Emilia y la Romaña, un territorio en el que el reciclaje está presente desde los años noventa. Gestionamos diferentes cadenas de producción italianas y somos conocidos por trabajar en la economía circular utilizando los diferentes tipos de materiales circulares y diseñando productos según los principios del diseño ecológico», precisa Maria Silvia Pazzi, que en 2019 fue premiada como Best Performer Circular Economy por Confindustria y en 2022 recibió el reconocimiento como Circular Fashion Pioneer en la Montecarlo Fashion Week. El equipo cuenta con tres personas, además de los socios, pero lo que llama la atención de esta organización en red es su escalabilidad: hay un centenar de personas participantes y el crecimiento es de un 30 % cada año. Regenesi como empresa plural, decíamos. La sede central está en Bolonia y Rávena, pero la empresa está hoy en todos lados y comercializa sus productos a través de la tienda en línea Regenesi.com y en una red seleccionada de tiendas de todo el mundo.
Retrato de los productos. La empresa representa una excelencia del «made in Italy» en cuanto a producción. Nacen así líneas de producto firmadas por diseñadores internacionales y basadas en un ciclo de producción que transforma los residuos en belleza, uniendo estilo, funcionalidad y diseño sostenible. «Los nuestros son productos inteligentes porque combinan funcionalidad, estética, calidad de fabricación y sostenibilidad. No son simples productos, sino historias. El producto es totalmente sostenible, no solo sus materiales, sino también el diseño. En nuestro trabajo, la coherencia cuenta y mucho. Adoptamos el concepto de belleza sin traicionar al medioambiente. Todos los artículos están hechos de materiales de reciclaje, siguiendo un proceso de producción innovador que garantiza la misma calidad de las materias primas», dice Maria Silvia Pazzi. Una empresa poco convencional para regenerar materiales de posconsumo, creando productos sostenibles y bonitos. Desde el aluminio al papel, desde el plástico a la piel. De una cosa nace otra: así tomó forma Regenstech, empresa emergente innovadora que ha patentado una tecnología para la transformación de los residuos textiles y piel en un nuevo material circular. Transformar aquello que ya no sirve para convertirlo en otra cosa es un reto precioso.
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