Todo
comenzó por un compañero que fue operado del corazón en un quirófano
contaminado por estafilococo. Después fue la intuición de sus queridos
compañeros: intentar intervenir partiendo del ozono. Así, en un laboratorio de
investigación de Bolonia, nació una empresa destinada a reescribir la batalla
contra virus y bacterias, gracias al diseño de generadores de ozono. Para FARE
Insieme, Giampaolo Colletti entrevista a Federico Ponti, cofundador y director
ejecutivo de Met
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
Hacer empresa es cuidar. De las personas,
de los clientes, de las comunidades. Pero la historia que vamos a contar
multiplica este cuidado. Porque nace precisamente del gran corazón de algunos
compañeros al servicio de un corazón enfermo. Pero vayamos por partes. Todo
surgió en 2006, cuando un compañero fue intervenido a corazón abierto y resultó
afectado por algunas bacterias presentes en el quirófano y muy resistentes a
los tratamientos. Sus compañeros, como antiguos investigadores, decidieron
ponerse manos a la obra. Y lo consiguieron. Crearon un sistema que generaba
ozono con el que se pudo tratar a su compañero. ¿El resultado? En dos meses se
eliminó el estafilococo.
La fuerza
del ozono. De ahí la intuición. ¿Y si pensamos en
otras diez, cien, mil personas afectadas por esta bacteria? Así comenzaron los
ensayos y experimentos con otros pacientes. Todos se curaron. Aquí empezó la
aventura de Met. Una historia increíble. Es el poder del ozono que crea
soluciones a medida y aplicaciones innovadoras que buscan la sostenibilidad. La
empresa nació en 2008, pero vive en el futuro, invirtiendo en investigación y
ampliando el uso de las propiedades del ozono a diferentes ámbitos. La empresa
está especializada en el diseño de generadores de ozono diseñados a medida
según las necesidades de los clientes. «Todo
comenzó por una desgracia, pero abrió las puertas a escenarios impensables», cuenta Federico Ponti, director ejecutivo y
cofundador de la empresa junto a Fabiano Senese. Met cuenta con seis
colaboradores de diferentes orígenes. Un crisol exitoso. Por otro lado, la
formación se realiza en la empresa, puesto que no hay escuelas que enseñen el
empleo del ozono. Todo comenzó como un «spin-off» de Tebo, empresa electrónica
fundada por el propio Ponto y otro socios en 1981. Hoy, el volumen de negocio
es de casi un millón de euros y se reinvierte en investigación. En los últimos
años, la inversión en I+D es de aproximadamente el 50 %, usando también
fórmulas de autofinanciación. Solo en 2023, se han desarrollado tres patentes
en tres sectores diferentes: desherbado biológico, reducción de las emisiones
olorosas y reducción de los contaminantes químicos. Palabras bastante complejas
que engloban la batalla de estos investigadores contra las bacterias y virus de
cualquier tipo. El nombre de la empresa,es decir, MET, es el acrónimo de
Medical Equipment Technology. Nos encontramos en Bolonia y esta empresa se ha
convertido en una referencia mundial en diseño de generadores y sistemas de ozono
totalmente made in Italy. Están los
sistemas de ozono, ¿pero qué representan? ¿Y por qué son innovadores y
sostenibles? Es decir, ¿de qué modo expresan de la mejor manera posible el
futuro? Ponti no tiene duda. «Son una
auténtica innovación en todos los sectores de aplicación porque permiten pasar
del concepto consumista del producto a adquirir, utilizar y desechar a la
maquinaria que genera el producto desinfectante, consumiendo muy poca energía
eléctrica, incluso con poca agua. Es decir, una vez adquirido el generador, la
acción desinfectante no genera residuos ni contamina». Innovación transversal para diferentes sectores: médico,
agroalimentario, transportes. «La
tecnología es fundamental, ¿pero quién la desarrolla? En el fondo es una mezcla
de culturas y de compromiso de todos nosotros. Por eso las personas marcan la
diferencia. La gran ventaja que tiene operar en Emilia-Romaña es la posibilidad
de disponer de un alto nivel de competencias de diferentes ámbitos, poder
contar con artesanos capaces de desarrollar soluciones y la disponibilidad de
materias primas difíciles de encontrar en otros lugares», cuenta Ponti.
Los
retos en agricultura. Las
solicitudes de los clientes potenciales evolucionan según cada una de las
necesidades y los sectores. En agricultura se dan más problemas asociados a la
presencia de hongos, bacterias e insectos cada vez más infestantes. También
están las normas para reducir el empleo de pesticidas y otros productos
contaminantes. «Incluso en este caso, el ozono ha resultado ser un producto que
puede ayudar a los agricultores, siempre que acepten cambiar la mentalidad
ligada a décadas de empleo de la química. Es decir, quieren reapropiarse de la
cultura agronómica y mediante el empleo de estrategias de aplicación buscan
defenderse, reduciendo lo máximo posible el empleo de productos con efectos», precisa
Ponti. Para Met, la innovación está en el ADN, ya que la empresa nació
técnicamente en un laboratorio de investigación. «Pero nos hemos dado cuenta
de que no basta con desarrollar aplicaciones innovaciones y funcionales, sino
que es necesario darlas a conocer a quienes las necesitan y a quienes estén
dispuestos a dar el salto cultural, superando el concepto del consumible y
pasando al del funcional y sostenible», concluye Ponti. Investigadores con alma
de narradores para un nuevo futuro que aún está por escribirse.
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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