Todo empezó en 1965, con una intuición
determinante para el éxito de las décadas posteriores. Luego, en 2008, la
crisis del sistema y la necesidad de reinventarse rápidamente. Hoy la empresa
de Spilamberto cuenta con 9.000 máquinas instaladas en más de 70 países del
mundo, tres sucursales y un volumen global de negocio de unos 40 millones de
euros. La innovación tecnológica es su núcleo vital, con un 7 % de dicho
volumen. Para FARE INSIEME, Giampaolo Colletti entrevista a Gianluca Rossi, director
de Ventas y Márketing de Sitma Machinery
de Giampaolo Colletti
@gpcolletti
Photocredit: Giacomo Maestri e Francesca Aufiero
Esta es una historia que desenvolver. Apuesto
a que cada uno de nosotros lo ha hecho alguna vez en su vida. Ese modo de
contener periódicos y revistas italianas e internacionales, empleado durante
décadas, nació justo en la región de Emilia y dio forma al éxito de Sitma
Machinery, fabricante de máquinas de embalaje que en la actualidad se destinan
en un 60 % al empaquetado para el comercio electrónico; pero esta es una
historia que desenvolver para poder aprender también una lección fundamental en
emprendimiento: que saber escuchar el mercado es algo esencial. Para descifrar
mejor la evolución de esta extraordinaria empresa de corazón emiliano, fundada
en el lejano 1965, hay que utilizar, pues, otra palabra que describe solo a
esas empresas que saben mirar hacia el futuro, y que es valentía. Aquí se halla el valor
de apostar por una intuición que acabó teniendo éxito, pero también el valor de modificar el propio modelo de
negocio a lo largo del tiempo e interceptar dos fenómenos que hoy están
estrechamente interrelacionados: la logística integrada y la sostenibilidad medioambiental.
El
antes y el después. Desde sus comienzos, Sitma Machinery se especializó en
el diseño y fabricación de máquinas de embalaje. Empezó en el sector del
empaquetado y de las artes gráficas, centrándose en la manipulación de
cotidianos, periódicos, libros, sobres. Después, con el tiempo, se fue
focalizando en la logística, ofreciendo sistemas para la clasificación de
paquetes en ámbito postal y sistemas para el empaquetado automático de
productos encargados y distribuidos mediante el comercio electrónico. Así es
como llegó a convertirse en líder en logística para este último tipo de
comercio, ganando incluso una licitación del servicio nacional de correos de
Francia. Pero
lo importante es entender ese antes y
ese después. Con 2008 como línea
divisoria. «Debido a la crisis financiera internacional, aquel año registramos
una bajada en las ventas de sectores tradicionalmente estratégicos, como el de
la distribución de periódicos y revistas. El
contexto económico empezó a transformarse de manera radical, por lo que nos
encontramos con un panorama completamente cambiado y decidimos que era el
momento de efectuar un análisis profundo, llegando a adaptarnos para el
desarrollo de productos relacionados con el comercio electrónico. El
mundo nuevo al que nos estábamos lanzando seguía reglas diferentes. Es un mundo rápido y flexible. Y que vira hacia el papel.
Así que mientras el mercado iba cambiando rápidamente, nosotros cambiábamos con
él», afirma Gianluca Rossi, director de
Ventas y Márketing de Sitma Machinery. Cambiar, reinventarse. Y tener éxito. Del
problema a la oportunidad: en la empresa se plantearon con lucidez cuáles eran
sus límites y decidieron cambiar para evolucionar, y volver a ser los mejores. Comenzó
así una nueva fase, que partió de una base ganadora: la valorización de su red
de clientes históricos, entre impresores, editores e institutos de correos
repartidos por el mundo. Son estos los recursos por los que apostar para volver
a crecer de nuevo y expandirse en un nuevo mercado. «Por entonces, el
campo de la logística para comercio electrónico era un sector nuevo, en fuerte
evolución y rápido crecimiento, con muchas oportunidades emergentes que
aprovechar. Decidimos recorrer ese camino, automatizando
de manera innovadora y sostenible máquinas, sistemas y líneas para el embalaje
y la distribución», recuerda Rossi. Hoy
para Sitma el papel es de veras el material del futuro y en el ámbito del
embalaje ha cobrado nueva vida. El papel sirve para publicitar un producto, personalizar
un paquete, y su demanda está experimentando un aumento exponencial.
Del territorio de Módena al
mundo entero. Pero demos un paso atrás. Porque no habría habido
una segunda vida sin la primera. Para Sitma todo surgió en Spilamberto, un
pueblo de algo menos de 13.000 habitantes en el sur de Módena. La intuición fue la de Aris
Ballestrazzi, un empresario visionario que murió con 81 años de edad, aquel
trágico marzo de 2020 marcado por los estragos de la Covid-19. «Pero fue su
visión la que dio el empujón para que esta empresa pudiera evolucionar a nivel
gerencial», dice Rossi. En la actualidad, la empresa está especializada en
el diseño y fabricación de máquinas, sistemas y líneas completas para los
sectores del embalaje, la posimpresión y la logística.
Y cuenta con más de 9.000 máquinas instaladas en más de 70 países en todo el
mundo. Hoy en día dispone de tres sucursales situadas en Francia, Estados
Unidos y Japón y una densa red comercial. Y lo que es más: sus exportaciones
superan el 80 %, con un volumen de negocio global de unos 40 millones de euros
y 150 personas en plantilla. La innovación tecnológica es su núcleo vital, con
un 7 % de dicho volumen. El polo en el que opera el Departamento de I+D, que
ocupa una especial oficina octogonal en el centro de la sede principal, es el
lugar donde se estudian nuevos materiales y se desarrollan máquinas y sistemas
cada vez más avanzados. Pero lo que marca la diferencia es el trabajo con los
departamentos universitarios para desarrollar nuevas tecnologías e implementar
sistemas modulares y flexibles. Tecnología, capital humano, visión, escalabilidad.
Mirar al futuro con esa valentía que
ha caracterizado siempre el ADN de la empresa. Cobra forma, así, la nueva
figura del gerente de sostenibilidad:
desarrolla tecnologías innovadoras para la reducción del desperdicio, optimiza
los consumos para garantizar un ahorro en los costes, utiliza energía verde y
construye una red estratégica de colaboraciones para hacer un seguimiento de la
huella de carbono en los procesos de producción y reducirla. Además de con
valentía, el futuro se construye tomando consciencia de la necesidad de pensar
en las nuevas generaciones que habitarán este frágil mundo.
https://podcast.confindustriaemilia.it/
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